Un médico hizo dos preguntas a su paciente que revelaron una misteriosa enfermedad

Una doctora que fue diagnosticada con esta enfermedad vivió un periodo de confusión al no saber por qué tenía una costilla rota y lo que parecía ser neumonía

Curiosidades 11/11/2021 Editor Editor

Fue un dolor de costilla lo que le hizo ver a una doctora de 36 años que algo estaba mal con ella, de ahí, se desencadenaron una serie de síntomas que más que darle claridad de qué podía tener, la estaban confundiendo y muchas dudas inundaron su cabeza, pues a pesar de ser especialista en cuidados intensivos y enfermedades infecciosas, no entendía qué pasaba en su cuerpo.

Una fuerte tos provocó dolores de costillas, especialmente de lado derecho, y al ser una mujer que se ejercitaba para correr en maratones, durante su entrenamiento los dolores eran más fuertes, al grado de que se le rompió una costilla, así se pudo ver en una tomografía posterior a una radiografía en donde al principio, el diagnóstico parecía ser una neumonía, pero ésta ya había durado bastante.

La gente suele decir que no hay mal tratamiento, sino un mal diagnóstico, pues así fue en este caso, porque los síntomas parecían decir algo diferente a lo que se pensaba, fue así que se le recetó prednisona y antibióticos, esto le ayudó bastante, sin embargo, eran dosis demasiado altas, pues ayudaban a eliminar la tos, el dolor y la rigidez en sus articulaciones.

Es importante señalar que las personas que consumen prednisona en altas dosis corren el riesgo de padecer glaucoma, diabetes, osteoporosis e hipertensión arterial.

Decidió recurrir con el doctor James Katz, médico investigador en el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel en el Instituto Nacional de Salud en Bethesda.

Después de estudiar su caso, consideró que la paciente podría tener Artritis reumatoide (AR) o el Síndrome de Churg-Strauss, ahora conocida como granulomatosis eosinofílica con poliangeítis (GEP), pero de igual forma la vio poco probable, pues aún no lograba entender el por qué de la tos y el daño articular en conjunto.

Fue hasta que le hizo una exhaustiva revisión en las rodillas, parecían normales, ni enrojecidas, ni hinchadas, pero estaban bastante sensibles, lo que lo llevó a concluir que se trataba de un desorden muy raro, una enfermedad que causa inflamación y eventualmente, destrucción del cartílago.

Finalmente con tres preguntas descubrió el verdadero problema: “¿Alguna vez sentiste dolor en tus orejas al usar un sombrero?” “¿O cuando te duermes de un solo lado?” “¿Le dolía o enrojecía la nariz alguna vez cuando usaba lentes de sol?” A todas contestó afirmativamente y esto reveló el diagnóstico: Policondritis recidivante.

¿Qué es la Policondritis recidivante?
Es una enfermedad autoinmune en la cual, los glóbulos blancos del paciente atacan partes de su propio cuerpo, en este caso, el cartílago, el síntoma clave a buscar, es una oreja muy inflamada y enrojecida. Sin embargo, el lóbulo de la oreja se verá normal porque no tiene cartílago. Eso o lo que se conoce como una deformidad en silla de montar, donde el puente de la nariz se hunde debido a la destrucción del cartílago allí. Resulta que estos síntomas clásicos se observan en solo la mitad de los pacientes a los que se les diagnostica Policondritis recidivante.

No existe un solo estudio de sangre que confirme el diagnóstico, de hecho, las imágenes pueden no ser notables hasta que la enfermedad esté avanzada. La mayoría de los pacientes deben recibir el diagnóstico basándose únicamente en los síntomas que experimentan y lo que el médico encuentra en el examen. Debido a que esta paciente tuvo episodios de inflamación del cartílago (en los oídos, la nariz, el pecho y la rodilla) que mejoraron con los esteroides, cumplió con los criterios de diagnóstico de la enfermedad y posteriormente comenzó el tratamiento con medicamentos inmunosupresores.

Fuente: Infobae

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