"Haría todo muy distinto si tuviera que volver a empezar": Álvaro Vargas Llosa

“Si tuviera que darle un mensaje a mis hijos les diría que acumulen nacionalidades, que aprendan idiomas, que viajen, que lo prueben todo (dentro de límites razonables), que hagan lo que les gusta y no lo que deben hacer cuando sean grandes, que aprendan a ahorrar e invertir, que lean mucho y que sepan pasar algunos momentos solos, alejados de todo y de todos. Álvaro Vargas Llosa

Mundo 16/05/2021 Editor Editor

Entrevista para el Libro "Las voces del éxito", edición año 2011, de Leandro Viotto

Tiene 43 años, ¿de que está seguro?

Cada vez de menos cosas. Una de ellas es que haría todo muy distinto si tuviera que volver a
empezar.

Me encuentro a un ecuatoriano, un venezolano y un argentino juntos en un centro de convenciones. Ambos profesionales, preocupados por la realidad de sus países, inseguros sobre la forma de involucrarse. ¿Qué podemos hacer, desde nuestro lugar, para transformar la realidad? - preguntan -
¿Qué le respondería?

Que hagan suya la lección de Candide, el libro de Voltaire: hay que cultivar su propio jardín. Luego piensen en cambiar el mundo, pero antes cambien su propia vida, haciendo lo que les gusta hacer. Si queda tiempo, hagan activismo, política o cualquier otra forma de participación. Pero no antes.

Si el siglo XX ha sido complicado, seguramente sea en mayor medida el XXI.

¿A que riesgos cree que nos enfrentamos en América Latina?

Al de ser totalmente insignificantes en el mundo si seguimos como vamos, con dos otras excepciones. Somos impresentables, con algunas excepciones.
 
Si tuviera que dar consejos a sus hijos en no más de 10 puntos. ¿Qué les recomendaría?

Que acumulen nacionalidades, que aprendan idiomas, que viajen, que lo prueben todo (dentro de límites razonables), que hagan lo que les gusta y no lo que deben hacer cuando sean grandes, que aprendan a ahorrar e invertir, que lean mucho y que sepan pasar algunos momentos solos, alejados de todo y de todos.


¿Qué líderes de la historia moderna considera son ejemplos a seguir por la clase dirigente?
¿Por qué?

Admiro a muy pocos. Contemporáneamente, a Thatcher y Reagan aun cuando soy liberal más que conservador, porque se propusieron hacer retroceder las fronteras del Estado, al menos en economía. En España, a Aznar por lo mismo; en América Latina, al venezolano Rómulo Betancourt por enfrentarse a todas las dictaduras de cualquier signo en el continente. En el Asia, a Aung San Suu Kyi, la mujer más valiente del mundo, por no haber cedido un sólo día en su batalla contra la tiranía birmana. En África, a Mandela, por haber sido un gobernante
prudente y desapasionado en lugar de vengativo, aun cuando su filosofía política no es precisamente liberal y su partido es muy mediocre.

¿Qué líderes contemporáneos observa con agrado y a cuáles con preocupación?

En el poder, a ninguno realmente. Fuera de él, al movimiento de los estudiantes venezolanos. En Panamá, Martinelli promete, pero es prematuro sacar conclusiones.

¿Si tuviera que dar un último mensaje sobre libertad, democracia y desarrollo, a qué sociedad del mundo se lo daría y que le diría?

A Estados Unidos: rescaten de su historia las lecciones de su propia grandeza, que parecen haber olvidado.

¿Cómo logran los países ser exitosos?

Poniendo la menor cantidad de trabas a las personas y la mayor cantidad de trabas a los gobernantes.

Hay países que tienen infinidad de recursos, pero por incorrecta implementación de políticas
públicas, carecen de éxito; ejemplo: Argentina. Pero por cierto también existen otros como Chile que con menores recursos, alcanzan resultados formidables. Según su experiencia, ¿a que países vaticina más éxitos y a cuáles más fracasos?

Tengo la esperanza de que Argentina vuelva a ser lo que fue, pero no apostaría por ello. Chile
se está durmiendo en sus laureles. Brasil tiene una economía de primera pero una política
cuarta. Perú es una grata sorpresa pero también las dio alguna vez en el fútbol y miren lo que pasó.

¿Qué libros lo marcaron en lo profesional y personal?

La narrativa francesa y rusa del 19 me abrió la imaginación, la latinoamericana del siglo 20 me hizo ver el continente de otra forma. En cuanto a literatura del pensamiento, en América Latina citaría las obras de Juan B. Alberdi y de Carlos Rangel. Más allá de América Latina, las de Bastiat, Hayek y Mises, y la generación de los años
30 y 40 en Estados Unidos que produjo obras maestras liberales: Menchen, Nocke, Garet Garret.

Admiro a Ortega y Gasset, pero tenía dos problemas: no sabía de economía y no entendía Estados Unidos, por lo que hay pasajes de su obra que han envejecido mucho.

- ALVARO VARGAS LLOSA ES ESCRITOR Y ACADÉMICO ASOCIADO SENIOR DEL CENTRO PARA LA
PROSPERIDAD GLOBAL. 

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