OPINIÓN. Justicia Global en tiempos convulsos, ¿buen momento para su definitiva reivindicación?. Por Maribel Gil

Tras cumplirse el primer aniversario de la guerra de Ucrania, uno de los conflictos más sanguinarios en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, la ciudadanía mundial ha comenzado a interiorizar la necesidad de promover la Justicia Global, como mecanismo fundamental para impulsar el cambio en las relaciones internacionales, adoptando el enfoque local-global para abordar los problemas mundiales y encontrarles soluciones sostenibles y eficaces.

Opinión 15/03/2023 Editor Editor

Los conflictos, las crisis y los problemas humanitarios que han proliferado en las últimas décadas en todo el mundo, han puesto de manifiesto la evidente interdependencia que existe entre los países. Estos países sufren numerosos efectos negativos, debilitándose fuertemente sus estructuras, así como la vulnerabilidad de su población, que aboca en muchos casos a la movilidad humana. Según un informe de ACNUR, el número de personas a nivel mundial que huyen de la violencia, la inseguridad y los efectos del cambio climático supera los 84 millones[1].


Imagen: El País

La guerra de Ucrania está teniendo muchas consecuencias dramáticas, tanto para su población como para el resto de la población mundial, producto de la interrelación tan estrecha que existe actualmente entre los actores que conforman el panorama internacional. Ucrania registra una gran cantidad de población necesitada de ayuda humanitaria y protección; más de un tercio de toda la población ucraniana, unos 14 millones de personas, se han visto obligadas a huir de sus hogares e igualmente el país se ha sumido en una terrible crisis socioeconómica, afectando a la población más vulnerable en mayor grado (niñas, niños y adolescentes, personas mayores y mujeres), incrementándose la tasa de mortalidad de estos colectivos, la desnutrición y la violencia en todas sus formas[2]. Las consecuencias indirectas del conflicto afectan al resto de los países, habiendo alrededor de 1.500 millones de personas necesitadas de suministro de alimentos y fertilizantes[3] junto al impacto negativo en las economías de los países a nivel internacional, más aún en aquellos países emergentes que todavía no se han recuperado de los estragos de la pandemia del Covid-19.

Estos datos ponen de relieve que la invasión rusa de Ucrania no solo ha provocado crisis humanitarias, migratorias y de refugiados en gran escala, sino que también ha añadido riesgos de deterioro en la economía mundial. Los efectos directos de la disminución de los flujos de remesas y los efectos indirectos del aumento de los precios de los alimentos, los combustibles y los fertilizantes han aumentado los riesgos de inseguridad alimentaria y de aumento de la pobreza en muchos países de ingreso bajo[4].

El gran número de movilizaciones ocasionados por esta guerra[5], han alejado la atención política mundial de otras regiones en desarrollo, así como respecto a la situación de vulnerabilidad de otros colectivos afectados por otros conflictos, violencias o hambrunas. Igualmente, esta crisis ha visibilizado la relación entre desarrollo, energía y pobreza. Las subidas de los precios de los combustibles incrementan directamente la factura energética de los hogares, mientras que los insumos energéticos necesarios para producir bienes y servicios hacen subir también los precios de esos productos y, en especial, los de los alimentos, lo que afecta indirectamente a los hogares[6]. Y esta relación es proporcional al nivel económico de cada hogar, afectando más vigorosamente a los hogares más vulnerables, concentrándose la mayoría de ellos en África Subsahariana, volviéndolos más pobres todavia. Y dentro de esos grupos las mujeres y las niñas siguen siendo el colectivo que sufre una mayor pobreza energética por un acceso no equitativo a la misma. 

Según un nuevo documento normativo de las Naciones Unidas publicado durante la reunión del Consejo de Seguridad sobre Ucrania[7], la guerra y sus efectos a nivel mundial en materia de alimentación, energía y finanzas generan efectos desproporcionados para las mujeres y las niñas dentro del país y también en todo el mundo, ampliando la brecha de género en materia de inseguridad alimentaria, malnutrición y pobreza energética e incrementó la violencia de género.   

Investigaciones universitarias, como la realizaba por un grupo internacional de científicos, entre ellos expertos de las Universidades de Birmingham, Groningen y Maryland, así como de la Academia China de las Ciencias, han señalo que "Esta crisis energética mundial sin precedentes nos recuerda que un sistema energético muy dependiente de los combustibles fósiles perpetúa los riesgos para la seguridad energética, además de acelerar el cambio climático”[8]. 

Para dar respuestas precisas, eficaces y reales a los asuntos que conciernen a toda la humanidad, como es el problema energético, cuyos efectos se han acelerado tras el estallido de la guerra de Ucrania, se deben de abordar dichos asuntos bajo un enfoque integral y global para conseguir soluciones sostenibles. Así para modificar el escenario energético predominante hoy en día se debe fomentar la transición hacía fuentes de energía sostenibles, para mitigar el cambio climático y la conservación ambiental pero también para mejorar el acceso de la mujer a la energía y su uso, ya que sin garantizar el acceso de la mujer a todos los recursos disponibles en igualdad de condiciones no se logrará avanzar en el desarrollo sostenible. 

Las relaciones entre los diversos actores, organizaciones e instituciones que marcan el funcionamiento del mundo, donde los asuntos locales, como el conflicto de Ucrania, tienen graves efectos en su dimensión global, como es la crisis energética mundial, refuerzan la obligatoriedad de fomentar la Justicia Global, para lograr acabar con la desigualdad y luchar por un futuro mejor. A través de la Justicia Global se quiere crear pensamiento analítico, reivindicativo y crítico de las y los ciudadanos, sobre tono en las nuevas generaciones, para fomentar la lucha respecto a las causas que generan desigualdades y conflictos. También contribuye al cambio de actitudes y prácticas que deben hacer posible una ciudadanía responsable, respetuosa y comprometida con la transformación social[9].

La Justicia Global es básica para construir una ciudadanía crítica que pueda movilizarse y exigir la inclusión de los asuntos globales (migraciones, cambio climático, hambrunas, violencias, conflictos, etc.) en las agendas políticas locales de sus gobiernos, controlar su acción y evitar abusos, particularmente en lo relativo a los derechos, que llevará directamente a la generación de nuevos espacios democráticos, fortaleciendo la capacidad directa de toma de decisiones por parte de las y los ciudadanos sobre los asuntos públicos, al tiempo que se repiensan permanentemente la naturaleza y el  significado de la democracia y los derechos y las estrategias para su construcción[10]. Se pretende cambiar el actual modelo de desarrollo, que no encuentra respuestas para alcanzar un desarrollo sostenible y justo.  

La escala de los desafíos de desarrollo a los que se enfrenta el mundo, demanda el esfuerzo concertado de toda la Comunidad Internacional, ya que no puede haber un desarrollo eficaz en el mundo si no hay ciudadanía empoderada que exija y se movilice por la coherencia de todas las políticas. 

Conscientes de los desafíos actuales, el 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible[11]. Entre estos 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el ODS 16 “promueve el estado de derecho a nivel nacional e internacional y garantiza la igualdad de acceso a la justicia para todos, reduciendo la corrupción y el soborno y creando instituciones responsables y transparentes, acabar con todas las formas de violencia y delincuencia organizada, impulsar el respeto de los derechos humanos, fortalecer la participación de los países en desarrollo en las decisiones globales y promover leyes y políticas en favor del desarrollo sostenible a nivel internacional”[12].

La Justicia Global es la vía para lograrlo sin olvidar la inclusión de la perspectiva de género, como propuesta de empoderamiento para las niñas y las mujeres, apostando por la reconstrucción de identidades desde la equidad, la corresponsabilidad para superar el orden patriarcal y los sistemas machistas.  El género es el factor que tiene mayores repercusiones sobre las experiencias migratorias, de refugiados y desplazados.  

La Justicia Global se convierte, pues, en una estrategia para incidir en las estructuras económicas, políticas y sociales, tanto a escala global como local, y para cuestionar los modelos de vida y de desarrollo tanto individuales como colectivos, con el objetivo de transformar las relaciones de poder para que se garanticen la eliminación de toda forma de violencia y la sostenibilidad de la vida en el planeta. Un pensamiento crítico y analítico sobre la interconexión que hay entre todos los seres humanos y la necesidad de buscar el reconocimiento, la denuncia y la reparación de las injusticias en todos los rincones, es clave para transmitir la idea de que la justicia global es un concepto global y que su consecución o no afecta tanto de manera individual como colectiva a todas las personas, por lo que la responsabilidad es de todos y todas. 

Las guerras, conflictos, hambrunas y violencias que asolan el mundo, pueden suponer un punto de inflexión para cambiar el ritmo en el que se implementan las relaciones internacionales entre los países, sus instituciones y sus miembros, situando en el centro de dichas relaciones al individuo, el cuál debe de tener un rol prioritario como motor para la transformación social hacia un mundo más justo, equitativo y sostenible. 

La cuestión de la justicia global ha focalizado el interés académico de la ética y la filosofía política recientemente, influenciado por John Rawls[13] quien en los años 70 publicó su libro “Teoría de la Justicia” donde exponía los tres principios de justicia que deben regular una sociedad justa: el respeto a las libertades individuales, la igualdad de oportunidades y el principio de diferencia, según el cual nadie puede obtener mayores ingresos sin que los más pobres se beneficien de ello. En los noventa Rawls aplicó sus reflexiones sobre la justicia a la ética internacional, con la publicación de “El derecho de gentes”, a partir de este momento el interés por la justicia global se disparó en toda la comunidad filosófica[14] pero también el aumento imparable de la globalización, incluida la voluntad de internacionalizar los derechos humanos. 

A lo largo de estos años, se han producido grandes debates sobre la obligación o no de impulsar la Justicia Global por las barreras de soberanía, moralidad, culpabilidad, voluntad, etc. que puedan existir alrededor de su implementación, pero los graves problemas globales y sus efectos mundiales, han obligado a definir políticas y acciones internacionales para resolverlos. El compromiso respecto a la agenda de los ODS, asumida por la mayoría de los países del mundo, es una muestra del interés por la Justicia Global, aunque su ejecución haya presentado fallos como ha sido el no haber facilitado la participación de la población más afectada, lo que ha hecho que los resultados no sean tan eficientes y eficaces como se diseñaron y se tengan que hacer las correcciones oportunas.  

Si se quiere conseguir avanzar en desarrollo, paz y estabilidad en el mundo, se debe de promover la justicia económica, social, medioambiental y de género, a través de la implementación de la Justicia Global respecto a todos los asuntos locales, dada las inexorables conexiones que existen en el vigente orden institucional global. Este orden manifiesta sus errores e injusticias, ya que enriquece a las élites de los países ricos y pobres, y perpetúa la opresión y el empobrecimiento de las mayorías y el objetivo es expandir la prosperidad y el desarrollo a todos los miembros de la aldea mundial. 

MARIA ISABEL GIL 

Licenciada en ciencias políticas, sociología y derecho. Con máster en cooperación internacional,  máster en derechos humanos y diplomada superior en género en desarrollo. Más de 20 años de trabajo en la promoción de gobernabilidad democrática, derechos humanos y lucha por la igualdad de género para organizaciones internacionales (AECID, ONU, UE entre otros) en América latina. África subsahariana y África del Norte.


DNI 44384816Z
E.mail: [email protected]

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Fuentes bibliográficas:
 
[1]https://www.acnur.org/noticias/press/2021/11/618bfc2c4/acnur-cifras-de-desplazamiento-aumentaron-en-la-primera-mitad-de-2021.por.html#:~:text=El%20desplazamiento%20forzado%20se%20mantuvo,clim%C3%A1tico%20supera%20los%2084%20millones
[2] https://www.accioncontraelhambre.org/es/principales-consecuencias-guerra-ucrania
[3]https://unric.org/es/la-onu-y-la-guerra-en-ucrania/#:~:text=Las%20Naciones%20Unidas%20consideran%20que,Carta%20de %20las%20Naciones%20Unidas.
[4]https://blogs.worldbank.org/es/voices/una-guerra-durante-una-pandemia-consecuencias-de-la-crisis-de-ucrania-y-la-covid-19-en-la
[5] Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a fines de febrero de 2023, más de 8 millones de ucranianos habían salido del país con destino a varios países europeos. Alrededor de 5 millones de personas habían sido desplazadas internamente y 17,5 millones necesitan ayuda humanitaria.  ACNUR - Emergencia en Ucrania.
[6]https://www.swissinfo.ch/spa/ucrania-guerra_la-crisis-energ%C3%A9tica-puede-sumir-en-la-pobreza-a-141-millones-de-personas-m%C3%A1s/48293106
[7]https://www.unwomen.org/es/noticias/comunicado-de-prensa/2022/09/comunicado-de-prensa-nuevo-informe-de-politicas-de-las-naciones-unidas-revela-los-efectos-devastadores-de-la-guerra-de-ucrania-sobre-las-mujeres-y-las-ninas
[8]https://www.swissinfo.ch/spa/ucrania-guerra_la-crisis-energ%C3%A9tica-puede-sumir-en-la-pobreza-a-141-millones-de-personas-m%C3%A1s/48293106
[9]Rubio y Lucchetti, 2016. https://www.researchgate.net/publication/344958598_Aprendizaje_servicio_en_entidades_de_Justicia_Global_en_la_Ciudad_de_Barcelona
[10]Educación para una ciudadanía global: una estrategia imprescindible para la justicia social. https://www.researchgate.net/publication/280153934_Educacion_para_una_ciudadania_global_una_estrategia_imprescindible_para_la_justicia_social
[11] https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/
[12] https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/peace-justice/[13] https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Autor:Rawls,_John
[14] http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-00622011000300010

 

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