El fin del sexo

Cuando el mes pasado hice la columna sobre el desplome de la natalidad me topé con un tema tan grande e inesperado que merecía una columna específica:  en una era en que casi todos los tabúes sobre la sexualidad parecen haber caído, ¡estamos teniendo menos relaciones sexuales que nunca!

Opinión17/06/2024 Santiago Bilinkis

Tanto por la disponibilidad y aceptación de los métodos anticonceptivos como por aceptación de la sexualidad como un aspecto central de la vida de las personas, la mayoría creemos que esa libertad nos llevó a disfrutar del sexo más que nunca.

Sin embargo, en casi todas partes del mundo la realidad dice otra cosa. En Estados Unidos, por ejemplo, 30% de los varones menores de 30 no han tenido relaciones sexuales en el último año. Hay dos veces y media más de posibilidades de que hoy los chicos entre 18 y 30 años sean célibes de las que había cuando los de mi generación teníamos esa edad. Es decir, que hay muchos chicos que lo más cerca que han estado de hablarle a una chica en bastante tiempo es cuando hablan con Alexa o Siri. 😀

Hay menos sexo, es cierto, pero no menos deseo. Al mismo tiempo que caen las relaciones, el consumo de pornografía no para de crecer, y cada vez más personas satisfacen sus necesidades sin necesidad de salir de casa. ¡Y la tecnología promete complicar más las cosas! En el episodio conté sobre las nuevas aplicaciones de inteligencia artificial que permiten crear a un/a amante virtual eligiendo la apariencia, la personalidad, la actitud y el rol a la medida de los gustos de cada uno. Una "persona" que no tiene necesidades propias porque solo vive para tu gratificación. Te dice solo lo que querés oír, está listo/a para darte placer en todas las formas que querés y nunca te exige que hagas algo por él o por ella. No solo te estimula sexualmente, sino que te genera una sensación de intimidad y una conexión emocional.

La industria de la tecnología está diseñando el futuro de la intimidad humana, y el negocio de por medio es evidente: reemplazar la exigente intimidad con otro ser humano por una intimidad ensimismada, inmediata y aislada. La IA parece traer una "solución" a una generación que está escogiendo evitar las complejidades de la sexualidad con otra persona.

Te invito a que veas la columna, a que la discutas con tus amigos y a que te preguntes: ¿qué pasa si la mayor revolución de la Inteligencia Artificial no es la de curar nuestras enfermedades o la de reemplazarnos en el trabajo sino la de satisfacer nuestras necesidades más íntimas sin necesidad de conectarnos e intimar con otro ser humano? Una aclaración importante: por el tono y parte del contenido, esta columna no es apta para menores. Acá abajo te dejo dos botones. uno para acceder al video y al audio, y otro para que, si querés, respondas la encuesta para el episodio que viene. 

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Fuente: Santiago Bilinkis

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