Imagen de un sacerdote levitante y la explicación de un usuario de twitter que se volvió viral

En los estudios llevado a cabo por los bolandistas, hay testigos de algunos casos de levitación en la historia del cristianismo: San José de Cupertino, San Francisco de Asís, Santo Tomás de Aquino, San Pío de Pietrelcina, San Martín de Porres,

San Alfonso de Ligorio, Santa Catalina de Siena, San Felipe Neri, San Pedro de Alcantará, San Francisco Javier, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San Esteban de Hungría.

El caso de San José de Cupertino es el primero de todos por el carácter visible de esta manifestación. Según advierte la bula de canonización, publicada el 16 de julio de 1767 por Clemente XIII, ningún Santo puede comparársele en este aspecto.

Se le vio volar del centro de la iglesia hasta el altar mayor, por un trecho de 25 metros aproximadamente; elevarse hasta el pulpito en la misma forma, volar sobre árboles y quedarse posado sobre ramitas flexibles.

La más célebre, sin duda, de las levitaciones de José de Cupcrtino fue la que presenció Federico de Brunswick y que asombró tanto a ese príncipe, que le determinó a abandonar la religión luterana.

La Iglesia ha explicado este fenómeno como precursor del don de la autoagilidad de los cuerpos gloriosos.

La levitación mística se comprueba mientras el paciente está en éxtasis, y si el cuerpo se levanta ligeramente, se llama éxtasis ascensión, si se eleva a una gran altura se llama vuelo éxtasis, y si comienza a caminar rápido sobre el suelo,pero sin tocar,se llama marcha éxtastica

El sacerdote de la primera imagen es un padre jesuita llamado Padre Giovanni Sala, la foto es real. Hasta su muerte, el padre era estudiante de Bernard Lonergan, traductor del trabajo de Lonergan al italiano y al alemán, y un erudito de clase mundial de Kant.

Precisamente sobre la levitación investiga Adam Blai en su nuevo libro The Catholic Guide to Miracles: Separating the Authentic from the Counterfeit (La guía católica de los milagros: Separando lo auténtico de lo falso).El autor es un laico, perito de la Diócesis de Pittsburgh,  experto en demonología y exorcismos. Es miembro auxiliar de la Asociación Internacional de Exorcistas y colabora con el exorcista diocesano desde hace años. Explica que en todo lo concerniente a lo milagroso y lo extraordinario, como es la levitación.

La Iglesia ha estado en guardia contra la exageración o la invención. Es muy importante contar con el testimonio directo de la persona que levitó, o de aquellos que presenciaron la levitación, e incluso entonces, la Iglesia examina detenidamente la confiabilidad y las motivaciones.
 
Santa Teresa de Ávila levitó en varias ocasiones, y dice: «Estos efectos son muy llamativos. Uno de ellos es la manifestación del gran poder del Señor: como no somos capaces de resistir la voluntad de Su Majestad, ni en alma ni en cuerpo, y no somos nuestros propios dueños...»

«...nos damos cuenta de que, por molesta que sea esta verdad, hay una más fuerte que nosotros, y que estos favores son otorgados por Él, y que nosotros, por nosotros mismos, no podemos hacer absolutamente nada. Esto nos imprime una gran humildad.»
 
«De hecho, confieso que me produjo un gran miedo, al principio un miedo terrible. Uno ve cómo se levanta el cuerpo del suelo; y aunque el espíritu lo arrastra hacia sí mismo, y si no se ofrece resistencia, lo hace con mucha suavidad...»
 
«...uno no pierde el conocimiento; al menos, yo mismo he tenido lo suficiente para permitirme darme cuenta de que estaba siendo elevada.»

PODRÍA INTERESARTE