Opinión. ECONOMÍA CIRCULAR PARA MITIGAR LA CONTAMINACIÓN GENERADA POR LA CONSTRUCCIÓN. Por Gilberto-Aceves-Yong

No es novedad y mucho menos es desconocida la relación tan delicada que existe entre la industria de la construcción y el impacto ambiental. Durante siglos se ha impulsado el crecimiento y desarrollo urbano, así mismo se busca modernizar y ampliar las ciudades, generar infraestructura atractiva, estratégica e inclusive vital para abastecer y cubrir las necesidades de todas las demás industrias. Sin embargo, en las últimas décadas han llegado propuestas para ser más conscientes del gran impacto ambiental que el sector de la construcción conlleva. 

La cantidad de desechos y escombros de la construcción tiene abundantes efectos negativos en el medio ambiente, tales como: la contaminación, utilización excesiva de materiales arrojando como consecuencia la pérdida de recursos naturales, degradación de paisajes y modificación de drenajes naturales. Por otra parte, el derroche de materiales, mano de obra y transporte que enredan los residuos, tiene de igual forma consecuencias adversas, puesto que eleva los costos finales de la construcción.

Los futuros profesionistas relacionados directamente con tan controversial sector, tienen la obligación moral y ambiental de generar un cambio en los proyectos en los que se esté directamente involucrado y de esta manera mitigar los efectos secundarios negativos con expectativas catastróficas en caso de no tomar riendas en el asunto. Lo anterior mencionado comienza con el conocimiento imprescindibles y los puntos de vista claves referentes a la contaminación y la industria de la construcción.

ANTECEDENTES

La mitad de los materiales utilizado en la industria de la Construcción proceden de la corteza terrestre, en la Unión Europea se genera anualmente 450 millones de toneladas de residuos de la construcción y demolición (RCD); lo que es igual a más de una cuarta parte de todos los residuos generados. Este volumen de RCD incrementa continuamente, siendo su naturaleza cada vez más compleja a medida que se diversifican los materiales utilizados. Este hecho limita las posibilidades de reutilización y reciclado de los residuos, que en la actualidad es sólo de un 28%, lo que aumenta la necesidad de crear vertederos y de intensificar la extracción de materias primas.

La Revisión Anual del Cemento con sede en el Reino Unido, mediante su informe Global Cement Report, destaca que el consumo de cemento alrededor del mundo alcanza la cifra de 3,859 toneladas métricas; lo que resulta en un aumento de la extracción de minerales y el uso excesivo de hornos industriales para su proceso.

La industria de la construcción, según la empresa española BREEAM afirma que el 40% de las emisiones globales de CO2 son producidas específicamente por la construcción y el uso de los edificios en los que vivimos. Además, colocan al sector de la construcción como uno de los cinco sectores más contaminantes junto con el sector del transporte, el energético, de la moda y el alimenticio. (Gráfica 1) Esto respaldado por investigaciones realizadas por organizaciones internacionales como la ONU o la OMS.

El Senado de la República mediante estudios de la Comisión Nacional de Vivienda, confirma que, en México, el 50% de las emisiones contaminantes son provenientes de todas las etapas del desarrollo de la casa habitación, desde su diseño hasta su uso y posible demolición. 

Con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México, se estima que de los 6.5 millones de toneladas de desechos por la entidad federativa, el 11 por ciento deriva de la construcción. De igual forma se considera que para el año 2050 (Gráfica 2), en México se construirán aproximadamente siete millones de viviendas, dando como resultado un total de 25 millones de toneladas de gases de efecto invernadero generados de los procesos tradicionales de edificaciones, el uso de combustibles fósiles y la demanda energética requerida para este desarrollo.

En marzo del año 2020, la Comisión Europea presentó el marco del Pacto Verde Europeo y como parte de la nueva estrategia industrial propuesta, un nuevo Plan de acción para la Economía Circular que incluye propuestas sobre el diseño de productos más sostenibles. Se presta especial atención a los sectores intensivos en recursos, como la electrónica, los plásticos, los textiles o la construcción.

La Economía Circular se aprobó por el Gobierno chino en el 11º plan de cinco años como modelo de desarrollo para China. En el año 2012, la Fundación Ellen MacArthur publica el informe desarrollado por McKinsey & Company titulado “Hacia la Economía Circular: Racionalidad económica y de negocios para una transición acelerada”.

El informe (Figura 1) desarrolla estudios de caso del producto y análisis económico, resaltando la oportunidad económica y empresarial de una metodología de modelo circular restaurativo y describió con detalles el potencial de beneficios para la Unión Europea.

Avanzar hacia la economía más circular logrará generar beneficios como reducir la presión sobre el medioambiente, mejorar la seguridad de suministro de materias primas, estimular la competitividad, la innovación, el crecimiento económico (un 0,5% adicional del PIB) y el empleo (se crearían unos 700.000 trabajos solo en la UE de cara a 2030).

En América Latina, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), el 50% de los residuos sólidos son materia orgánica, de la cual el 90% no se usa o se va a la basura. Mejorar la eficiencia y la vida útil de materiales en nuestra región podría llevar a la creación de cinco millones de empleos. 

JUSTIFICACIÓN

Existen áreas de oportunidad relacionados con el balance de construcción e impacto ambiental. Esto debido a que, por desgracia, las leyes, normas y hábitos de las empresas inmobiliarias y profesionistas de la construcción son escasas o nulas referente a temas de sostenibilidad, sustentabilidad y protección ambiental. Los encargados de pequeños, medianos y grandes proyectos de infraestructura, escasamente se realizan trabajos con un bajo impacto en el ambiente, al mismo tiempo se presentan desarrolladores de complejos residenciales que devastan con la naturaleza a lo largo de miles de hectáreas de terreno y no se prioriza ningún tipo de plan para generar un balance ambiental; así como no se contempla la posibilidad de amenidades con extensas áreas verdes o incluso, el cuidado y reserva de zonas naturales dentro de sus terrenos. 

Se exhibe un claro ejemplo de falta de normativa por parte de instituciones gubernamentales para contener el uso no regulado de maquinaria con exceso de niveles de contaminación, flotas de camiones liberando cantidades incalculables de smog, aceites y fluidos varios dentro de la zona de proyecto, y en sus alrededores, así como en los trayectos a bancos de materiales o tiraderos autorizados. 

La construcción tiene impactos en temas visibles como el cambio drástico en los paisajes, cambiando vegetación y naturaleza por edificios modernos y carreteras sofisticadas. De la mano vienen otras fuentes de contaminación como la misma del estrato, sustituyendo materiales naturales por otros mejorados que servirán para una plataforma de cimentación o una estructura de pavimento resistente.

Se contamina el aire por la quema de combustible con la maquinaria, las cantidades de polvo que emergen en movimientos de suelos o incluso el CO2 que libera el fraguado de un concreto estructural. También es necesario hacer hincapié en las cantidades exorbitantes de agua necesarias durante el proceso constructivo de cualquier proyecto de esta índole, ya sea como material de construcción o insumos necesarios para los procesos de ejecución y mantenimiento de obras civiles. 

De igual forma, la contaminación auditiva por los fuertes sonidos emitidos durante un proyecto de construcción, afecta no solo a la sociedad, sino que también a la flora y fauna de las inmediaciones. 

Por lo tanto, se tiene la obligación moral de ser consciente de todo lo que conlleva el conjunto para lograr prosperar los proyectos de construcción y neutralizar, en la medida de lo posible, así mismo del impacto que se genera en contra del planeta. 

En esta investigación se abordan los aspectos fundamentales de la economía circular para mitigar los índices de contaminación generados por el sector constructivo, con ello se busca reducir el exceso de recursos naturales empleados durante el desarrollo de un proyecto civil y arquitectónico.

OBJETIVO GENERAL

Generar estrategias a partir de la economía circular, para reducir los registros de contaminación del sector constructivo. 

OBJETIVOS ESPECÍFICOS 

Enlistar la diversidad de recursos naturales utilizados durante el proceso de ejecución de obras.

Cuantificar y comparar los esfuerzos necesarios entre el proceso constructivo habitual y, con la metodología circular.

Controlar y reorientar el desarrollo de proyectos constructivos de un modelo lineal hacia una metodología circular sustentable.

METODOLOGÍA

Para lograr enlistar la diversidad de recursos naturales utilizados durante todo el proceso que conlleva un proyecto constructivo. Se aplicará el método de:

Recolección de datos, por lo que refiere a generar un enfoque sistemático reuniendo y midiendo información de diversas fuentes con el fin de alcanzar un panorama íntegro y preciso. Logrado mediante investigaciones en páginas digitales los cuales incluyan una abundante cantidad de conocimientos y experiencias documentadas por profesionistas que se desarrollan en el campo laboral de la construcción.

En el desenvolvimiento de la evaluación y confrontación entre los datos previamente conseguidos derivado de la técnica constructiva tradicional, con la metodología circular. Se empleará:

Método comparativo, que es el procedimiento de contrastar sistemáticamente los objetos de estudio, con el fin de llegar a generalizaciones y a la comprobación de una hipótesis. Este método será plasmado en tablas comparativas (Figura 4) entre los aspectos equivalentes de la primera metodología y la consecuente. 

Para dirigir y adiestrar el desarrollo de proyectos constructivos hacia una metodología circular. Se diseñará un compendio de criterios con los requerimientos mínimos e imprescindibles para el desarrollo de construcciones sustentables.  

 

RESULTADOS

 

Para la cuantificación de recursos naturales, es relevante comenzar a determinar los tipos de usos que se le destina a cada material: cimentación y estructura, aislamiento térmico y acústico, instalaciones, y acabados.

Cimentación y estructura; el primer material y posiblemente el más utilizado en todas las construcciones es la madera, cuyo uso radica en una gran variedad de funciones, como en estructuras de postes, pilares y columnas, muros de carga, forjados y cubiertas.

Concreto ciclópeo (Figura 3), aquel que está formado por una mezcla cuyos pétreos se componen de un sesenta por ciento de fragmentos de roca con una masa máxima de treinta kilogramos por pieza, que se colocan a mano embebidos en el concreto normal, en su lugar definitivo en la obra.

Las arcillas tienen diferentes aplicaciones en construcción como adobe, formando de una mezcla de paja o heno que se moldea como un ladrillo y se seca al aire. La fabricación de ladrillos, baldosas, tejas, entre otras cosas, se lleva a cabo la utilización de una amplia gama de arcillas rojas con y sin carbonatos. Las arcillas rojas fundentes de bajo contenido en carbonato se utilizan en pavimentos de mono cocción; mientras que las de contenido medio y alto se emplean en pavimentos porosos de mono cocción.

Cal; es un material que se usa en la preparación de morteros o mezclas de albañilería para unir los materiales con los que se construyen muros, cimientos y losas. Tiene muchas ventajas, así como una gran variedad de aplicaciones, por lo que se considera un elemento indispensable en la obra. 

Aislamiento térmico y acústico; el material natural más utilizado para aislamiento es el corcho, proveniente del árbol alcornoque, con sus principales características de estructura alveolar, que lo hace sumamente resistente a la lluvia y a las altas temperaturas.

Algodón; de la misma manera que el corcho, este material es utilizados en distintas densidades, ya que sus capacidades aislantes se emplean de manera térmica o acústica en cubiertas o cámaras medianeras, permitiendo abrigar de manera eficaz todo tipo de edificaciones nuevas o en rehabilitación.

Instalaciones; el material proveniente de la naturaleza más frecuentado en instalaciones es el cobre, siendo utilizado para el cableado eléctrico de edificaciones, tuberías de agua y de gas.

Por último, tenemos la parte de acabados, siendo el yeso el componente natural con mayor consumo para recubrir muros, molduras y plafones, su acabado liso, elástico y decorativo, lo vuelve el material favorito para acabados. 

Estos productos empleados en la construcción de edificios e infraestructuras, son fabricados partiendo de materia prima extraída directamente de la naturaleza, por lo que se sobrentiende que son fuentes no renovables.

El volumen de productos que se emplea en la construcción es significativamente alto, según estudios realizados por el Centro de Iniciativas para la Edificación Sostenible en el año 2013, se estima que se utilice un aproximado de 2.5 toneladas de materiales (Tabla 1) por metro cuadrado construido en obras de viviendas de índole plurifamiliar.

Los consumos de energía necesarios para extraer los recursos naturales y de la producción son variables, de acuerdo a la magnitud de la edificación, pero con estándares establecidos en un estudio de Análisis de Ciclo de Vida, realizado por la Universidad Politécnica de Cataluña, en el año 2006, esclarece los siguientes datos. (Tabla 2).

 

Contrastando los datos anteriores (Tabla 4), se demuestra que de los materiales provenientes de recursos naturales el menor consumo de energía y por lo tanto de emisiones de CO2 es la de PVC con un 30% de material reciclado. 

Así como el PVC exhibe una reducción de considerable en los procesos de reciclaje; el vidrio y el acero muestran un consumo de energía y emisiones similares, por lo que se suele preferir por extraer o producir nuevamente el material.

La madera es un material que para su reciclaje es necesario procesos industriales más complejos, con el fin de ser transformado en tableros de aglomerado, aserrín o virutas, o en una fuente de energía mediante incineración.

Como alternativa a los muros convencionales, los ladrillos producidos a partir del reciclado de caucho y plásticos pueden presentar una reducción significativa de los costos de una construcción, además de un ahorro de tiempo significativo si se diseñan para ser ensamblados.

Es posible reciclar los residuos de construcción y demolición para componer la materia prima de nuevas estructuras, como puede suceder, por ejemplo, con el concreto. En su reciclaje, el material pasa por una etapa de molienda para que los fragmentos se clasifiquen según su tamaño, y luego se reutilizan. Los fragmentos de concreto reciclado se deben utilizan como un gran agregado en nuevas mezclas.

Una de las principales preocupaciones del diseño y ejecución de obras es la impermeabilización de los techos, por lo mismo existen ejemplos como las placas a base de neumáticos reciclados que demuestran la posibilidad de cumplir los requisitos previstos en la composición de los tejados con el uso de material reciclado, además de ser rentable. Otras opciones son las tejas de tetra-pak y las tejas de plástico reciclado.

Un ejemplo de materiales de reciclaje para la producción de acabados es el poliestireno expandido (EPS) utilizado en edificios principalmente para el control acústico.

CONCLUSIONES

El modelo lineal (Figura 4) que usa el proceso constructivo tradicional basado en la extracción, fabricación, utilización, concluyendo con la eliminación, depositada en vertederos; no tiene en cuenta la huella ambiental y sus consecuencias en el entorno.

Para minimizar la cantidad de residuos de construcción y demolición se pueden separar estos en la misma obra, o bien, enviarlos directamente a una planta de clasificación. Los que son clasificados en obra y previamente tratados se envían directamente a la planta de reciclado. 

Los productos que se pueden tratar en obra son los áridos, los metales, el hormigón, las maderas, los cerámicos, el plástico, el papel y el cartón (residuos no peligrosos). 

Desde la planta de tratamiento o reciclado o bien directamente desde la obra puede que haya materiales que por el motivo que sea tengan que ir a parar directamente al vertedero.

El aspecto más importante para iniciar un correcto proceso de gestión de los desechos de la construcción es necesario entender y conocer su ciclo de vida e identificar los principales problemas existentes en cada una de las etapas y sus posibles soluciones.

El tipo de tratamiento que se le dé a los desechos dependerá del tipo de material y de las características después de su uso o aplicación. En el caso de los desechos de construcción se deberán utilizar los siguientes procesos.

Reciclaje, proceso mediante el cual ciertos materiales de los desechos se separan, recogen, clasifican y almacenan para reincorporarlos como materia prima al ciclo productivo. Es decir, es el proceso que sufre un material o producto para ser reincorporado a un ciclo de producción o de consumo, ya sea el mismo en que fue generado u otro diferente. Este tipo de tratamiento se utilizará a los escombros para que estos sean utilizados como material base para obras secundarias.

Recuperación: Es la actividad relacionada con la obtención de materiales secundarios normalmente consiste en retirar de los residuos sólidos algunos de sus componentes para su reciclaje o reutilización. 

Reutilización: Es el retorno de un bien o producto a la corriente económica para ser utilizado en forma exactamente igual a como se utilizó antes, sin cambio alguno en su forma o naturaleza. Este tratamiento es apropiado en el caso de la madera, si esta se encuentra en buenas condiciones estructurales como para ser nuevamente utilizada, se limpia y extraen los clavos.

REFERENCIAS
 
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POR GILBERTO ACEVES YONG. LIC. EN ARQUITECTURA. EXP. 272193