Una sonrisa, nuestra mejor inversión

Hace unos días llegó a mis manos un texto exquisito, completo, único, formidable, inspirador. Una “joyita”  lo describió mi mejor amiga. Por María Mamone

Curiosidades 24/01/2021 Editor Editor

Fue un disparador a miles de emociones, mejor dicho, “el” disparador. Y vaya de dónde venía dicho  texto. El prólogo del libro “Lo que me dejan los 30” ¡qué título!; y sí, quizás acertado a mi vida y a la vida de muchos más seguramente por estos momentos; estoy en mis 39 y es casi todo lo que fui experimentando en estos últimos años; y por fin leía en palabras, en oraciones, en frases, en párrafos, todos mis pensamientos, mis sentimientos. Increíble, era como si los mismos hubiesen tomado forma en ese texto. 

¿Por qué digo “el disparador”?: quizás sea la famosa “crisis existencial” por las que en algún momento atraviesa un ser humano; quizás el dejar los 30 y pico… No sé, pero casualmente ese bello texto llega en el momento justo en que uno experimenta esa tristeza que nos regenera como mejores personas, que nos hace sentirnos vivos, que nos colma de esperanza para ganarle a la desesperanza. 

Y si hay algo que asimilé y trabajé en estos días es el concepto de la PAZ, ese don tan preciado, ese estado que en tres letras es tan magnífico. Y hurgando en mis recuerdos, en mis mejores recuerdos, tal protagonista de la película de Disney Intensa Mente, en esas emociones aferradas tal estatua de las más altas de mármol, recordé cómo mi mamá me describía la PAZ. Ese no tener nada, pero estar en PAZ. Ese sentimiento de alegría de espíritu porque hay PAZ en el corazón, en el ambiente, y en todo nuestro ser; esa PAZ que como decía la Madre Teresa comienza con una sonrisa; tan sólo una sonrisa.

Y entonces, comprendí que;  ¡cuánto más exitoso se puede ser si uno puede ofrecer esa sonrisa para que nuestro prójimo encuentre la Paz!, ¡cuánto más exitoso se puede ser si uno recibe una, dos, tres o miles de sonrisas al día!, ¡cuánto más justo sería nuestro mundo si en lugar de trabjar por bajar más los índices del PBI o que cierren los números micro y macro económicos trabajásemos por más sonrisas! No sólo sonrisas de gestos, de labios anchos, sino también sonrisas con las miradas, con nuestras manos, con nuestros gestos, con estar dispuesto a poner nuestro pequeño grano de arena para que el otro también experimente esa PAZ.- 

Y debemos convencernos que está en nuestras manos lograrlo, que está en nuestra capacidad de amar, de establecer prioridades, de generar vínculos sanos; que volvamos a encontrar en nuestro trabajo, en la escuela; nuestra segunda casa, ese puente maravilloso que nos permite no sólo crecer sino también hacer brillar nuestras mejores emociones y lograr que todos seamos un espejo donde nos podamos reflejar. Entre tanta revolución industrial, tanta revolución tecnológica, tanta revolución de revoluciones, generemos la REVOLUCIÓN DE LA SONRISA Y VOLVAMOS A RESCATAR LA PAZ INTERIOR QUE NOS VA A LLEVAR A SACAR LA MEJOR VERSIÓN DE NOSOTROS MISMOS.

María de los Angeles Mamone

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