Opinión: Los retos de la educación en la modernidad líquida. Por Lucero Hernández González

Analizar “La Modernidad Líquida”, representada por los constantes cambios a nivel social y educativo, nos ayuda a entender que durante mucho tiempo la humanidad en su intento de solidificarse de múltiples formas, ha realizado una serie de transformaciones en las cuales busca determinarse y reconocerse como un ser funcional en su entorno social, educativo, cultural, económicoe histórico en este planeta.

Opinión 17/10/2022 Editor Editor

Vivimos en una sociedad líquida, en la que el ansia de modernidad permite que todo esté subordinado a una constante renovación y a un proceso de observación. El ser humano busca satisfacer sus necesidades de forma inmediata o a muy corto plazo y olvida que es necesario un proceso.

Precisamente la educación líquida es educación entendida como Proceso; pasa de ser un conocimiento para siempre a un conocimiento de uso momentáneo, desechable o con un carácter reducido. Cuando el mundo se encuentra en constante cambio, la educación debería ser lo bastante rápida para agregarse a éste.

Observemos, vivimos en un mundo industrioso, en constante progreso, acelerado, un mundo que tiende al egocentrismo, al materialismo, donde el producto y no el proceso es la primordial causa de fortuna.
Resulta un error dejar de lado el proceso, por dar demasiada atención a estar al paso de éste sistema tan cambiante, tan veloz, como las aplicaciones móviles, Internet, suplementos deportivos, revistas, entregas, etc.

Podríamos decir que nos sumamos al consumismo y entramos en un ritmo social que cada vez nos pide más, obligándonos a ir más rápido para obtener algo, que una vez alcanzado, nos exigirá todavía un poco, haciéndonos tomar para dicho progreso atajos.

Sin embargo estos ritmos y cambios que sufre la sociedad también nos ofrecen oportunidades, sobre todo en el ámbito educativo, los nuevos y variados caminos de formación, acceso a una gran cantidad de información y la opción de poder desarrollar distintas facetas tanto profesionales como personales, propician la lucha por obtener más contenido y que éste esté al alcance de todos, pero ojo, la clave se centrará en saber cómo aprovecharlo.

Aquí entra enla praxis la educación líquida, concepto sellado por Zygmunt Bauman para referirse a un tipo de educación que se adapta a los cambios, que tiene en cuenta la gran cantidad de posibilidades que ofrece el mundo contemporáneo, que rompe con la solidez establecida y nos prepara para vivir en un mundo cambiante y lleno de información que nos transforma.

¿A qué se refiere Zygmunt Bauman con el término “La Modernidad Líquida?

La fluidez es “la cualidad de los líquidos y los gases, lo que los distingue de los sólidos es que en descanso, no pueden sostener una fuerza tangencial, por tanto, sufren un continuo cambio de forma cuando se les somete a esa tensión” (Bauman, 2003, pág. 7).

Dicho a manera de metáfora, los líquidos no conservan fácilmente su forma, no se fijan al espacio ni atan al tiempo, así, la etapa actual de la era moderna, presenta las mismas características de los fluidos.

Para los fluidos lo que cuenta es el flujo del tiempo más que le espacio que puedan ocupar y, que de más está decir, es un espacio que ocupan por un momento, pues ellos, fluyen, se derraman, inundan, rocían, no es posible detenerlos fácilmente; pero a la vez en pulgadas cúbicas son más pesados que cualquier otro sólido.

Haciendo un análisis de lo anterior, entendemos que la modernidad es sinónimo de la fluidez, pues todo lo que en ella abarca es cambiante y constante, pero a la vez, fuerte en gran cantidad.

Es importante señalar que los tiempos modernos encontraron a los sólidos (llamemos así a cualquier variable social), en un estado bastante avanzado de desintegración y unos de los motivos más poderosos que estimulaban su disolución era el deseo de descubrir o inventar sólidos cuya solidez fuera “duradera”, una en la que se pudiera confiar y depender volviendo al mundo predecible y controlable.

Los primeros sólidos que debían disolverse eran las lealtades tradicionales, los derechos y obligaciones acostumbradas que obstaculizaban los movimientos y la iniciativa.

En esa etapa de la carrera de la modernidad Bauman, 2003, afirma:
“ha sido descrita por CluausOffe (en “The utopía of thezerooption”, publicado por primera vez en 1987 en Praxis International): las sociedades complejas se han vuelto tan rígidas que el mero intento de renovar o pensar normativamente su orden, es decir, la naturaleza de la coordinación de los procesos que se producen en ellas, está virtualmente obturado en función de su futilidad práctica y, por tanto, de su inutilidad esencial” (Bauman, 2003, Pág. 10).

No había ninguna probabilidad de elección, y la tarea de construir un nuevo orden mejor para reemplazar al viejo y defectuoso no forma parte de ninguna agenda actual, al menos donde se sitúa la acción política.
Preguntémonos “¿La liberación es una bendición o una maldición? ¿Una maldición disfrazada de bendición o una bendición temida como una maldición?” (Bauman, 2003, pág. 23).

La Modernidad Líquida es “una categoría sociológica que sirve para definir el estado actual de nuestra sociedad. Bauman la define como una figura de cambio constante y transitoriedad, atada a factores educativos, culturales y económicos. La metáfora de la liquidez intenta demostrar la inconsistencia de las relaciones humanas en diferentes ámbitos, como en lo afectivo y en lo laboral. Las redes sociales juegan su parte en ello, ya que nos permiten conectarnos con todos, pero a la vez desconectarnos cuando queramos: un clic representa un muro o un puente en las relaciones humanas” (Universiamx, 2017).

La sociedad líquida está en cambio constante, lo que genera una angustia existencial, donde parece no haber sentido cuando se trata de construir nuevas cosas, ya que el tiempo y la propia modernidad impulsarán su desintegración. Así nos encontramos como raza humana navegando los mares de la incertidumbre, sin saber cómo estará la economía mañana, si estallará una crisis o no, si contaremos con trabajo, si formaremos una familia, etcétera.

¿Cómo se ve afectada la educación en la Modernidad líquida?

“No vamos a deshacernos de la realidad… el problema es cómo utilizarla” (UnoiNews, 2016) La educación, dijo Bauman, es víctima de la modernidad líquida. El pensamiento está siendo influenciado por la tecnología, hay una crisis de atención. Concentrarse es dedicarse por un tiempo prolongado a una cuestión muy importante. Cada vez somos menos capaces de hacer eso en forma correcta. Esto se aplica en gran parte a los jóvenes. Los profesores se quejan porque no consiguen lidiar con ello. Ni siquiera pueden leer un artículo que se les pide para la siguiente clase. Buscan citas, atajos, fragmentos.

Sin duda la Internet nos ha traído grandes ventajas. La facilidad de acceso a la información, la facilidad con la que podemos pasar por alto las distancias. Antes se pasaba mucho tiempo en la biblioteca tratando de leer cien libros para encontrar una pieza de información que necesitaba, ahora, solo hay que preguntar en cualquier buscador en la red y en décimas de segundo nos da miles de respuestas.

Podríamos decir que eliminamos un problema: no tenemos que pasar horas en la biblioteca. Pero hay unnuevo problema. ¿Cómo entender esas miles de respuestas?

En opinión de Bauman, otra crisis que viene con Internet y debe ser superada es la tendencia a la desesperación. Si nos tardamos más de un minuto para acceder a Internet al encender la computadora, nos ponemos furiosos, y es posible que esto nos ciegue y elijamos información que no resulta útil para argumentar nuestra investigación.

Si bien es cierto no hay forma de concebir la sociedad del futuro sin tecnología, unámonos a ella, tratemos de contrarrestar el impacto negativo, como la crisis de la atención, con persistencia y paciencia. Si se quiere construir el conocimiento y no solo acumularlo, se necesitan determinadas cualidades: la paciencia, la atención y la habilidad de ocupar ese lugar estable, sólido, en un mundo que está en constante movimiento. Es preciso trabajar la capacidad de mantener la concentración.

El problema, según Bauman, es que la educación está presionada por la política y por los intereses corporativos. Y eso se refleja en la mente del estudiante. El hecho es que los estudiantes elijen un área de estudios con base en la posibilidad de conseguir o no un empleo (UnoiNews, 2016).

“Para Myers era errado el pensamiento educativo de la época el cual era solamente esa noción de que los jóvenes podían obtener su educación de una vez y para siempre, como una adquisición única, en lugar de considerarla una búsqueda continua de posesiones cada vez más numerosas y ricas que se agregarían a las ya adquiridas” (Bauman, 2008, pág. 25-26).

Retos de la educación contemporánea en nuestra modernidad líquida

Así como el consumismo de hoy no se define como la acumulación de cosas, sino por el breve goce de esas cosas, el conocimiento debe ajustarse al uso instantáneo y se concibe para que se utilice una sola vez. Los conocimientos listos para el uso instantáneo e instantáneamente desechable de ese estilo que prometen los programas de Software que aparecen y desaparecen de las estanterías de las tiendas en una sucesión cada vez más acelerada. Hoy el conocimiento se ve como una mercancía que hay que conseguir.

El mundo cambia de manera continua, desafía la verdad del conocimiento existente y toma constantemente por sorpresa hasta a las personas más informadas.

El culto actual a la educación permanente se centra en parte en la necesidad de actualizarse en cuanto las novedades últimas de la información profesional pero también, en una parte igual o mayor aún, debe su popularidad a la convicción de que el yacimiento de personalidad nunca se agota.
El reto sería, estar pasando de sólidos a líquidos de manera constante, actualizarnos tomando como base los cambios sociales que motivan la historicidad.

Conclusión

En la modernidad líquida es inexcusableanalizar el tipo de educación de nuestras sociedades de forma que ésta consiga adaptarse al mundo actual, instantáneo y cambiante, de forma que el valor de la educación recibida pase a ser el del proceso y el de las herramientas de aprendizaje y no lo aprendido en sí como término del concepto de la educación que debe ser transmitida.

El camino hacia el éxito implica desaprender, pasar del sólido al líquido, tener nuevas ideas, proyectos originales, anteponer la calidad sobre la cantidad. Dejarse guiar y fluir, ser resiliente y adaptarse a las circunstancias, a las necesidades del mundo cambiante que requiere de egresados llenos de competencias distintas para rivalizar. Convertirnos en sujetos líquidos y moldeables pero con un criterio sólido adquirido a través de herramientas como la Educación Líquida.

Bibliografía

Bauman, Z. (2003). Modernidad Líquida. México.
Bauman, Z. (2008). Retos de la Educación en la Modernidad Líquida. Barcelona: Gedisa S.A. .
Universiamx. (05 de 06 de 2017). Universiamx. Obtenido de Universiamx: https://www.universia.net/mx/actualidad/vida-universitaria/introduccion-teoria-modernidad-liquida-1144779.html
UnoiNews. (22 de 01 de 2016). UnoiNews. Obtenido de UnoiNews: https://mx.unoi.com/2016/01/22/la-educacion-es-victima-de-la-modernidad-liquida-bauman/

POR M.A.N. LUCERO HERNÁNDEZ GONZÁLEZ

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