Así es como los alimentos fritos pueden disparar la ansiedad y la depresión según un reciente estudio

Un nuevo estudio encontró una alteración del metabolismo de los lípidos y neuroinflamación por en las personas con ingesta excesiva de estos productos

General 05/05/2023 Editor Editor

Un nuevo estudio ha revelado que comer alimentos fritos con frecuencia, especialmente papas fritas, puedeaumentar el riesgo de ansiedad hasta en un 12% y un 7% de riesgo de ansiedad y depresión.

 

La evidencia científica es abudante sobre el vínculo entre los alimentos fritos y el aumento de los índices de obesidad, el colesterol y la presión arterial. Pero estos nuevos hallazgos “abren una vía en la importancia de reducir el consumo de alimentos fritos para la salud mental”, explicó Yu Zhang, uno de los autores principales del documento y especialista del Laboratorio clave de procesamiento agroalimentario de la, Facultad de ingeniería de biosistemas y ciencia de los alimentos de Universidad de Zhejiang, en China.

Las conclusiones de los especialistas acaban de presentarse en la revista PNAS, publicación oficial de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos.

Los expertos en nutrición, sin embargo, sostuvieron que los primeros resultados no identifican si consumir alimentos fritos es un factor principal desencadenante de los problemas de salud mental o si las personas que ya sufrían de ansiedad y depresión comenzaron a comer estos productos como consecuencia de su malestar.

El cargo extra de las papas fritas
Los investigadores analizaron los datos de 140.728 personas durante 11,3 años. Para su análisis excluyeron a aquellos que fueron diagnosticados con depresión dentro de los dos primeros años del seguimiento. La investigación identificó que 8.284 personas que sufrían de ansiedad y 12.735 que experimentaban depresión consumían comida frita.

El estudio también observó que las papas fritas en particular, entre otros productos fritos, tienen un aumento del 2% en el riesgo de depresión en comparación, por ejemplo, con la carne blanca frita. Al mismo tiempo, entre otros hallazgos, reveló que los participantes que consumían más de una porción de comida frita con regularidad eran hombres más jóvenes.

“No hay necesidad de entrar en pánico por los efectos adversos de la comida frita”, advirtió Yu Zhang, pero enfatizó que mantener un estilo de vida saludable y reducir el consumo de alimentos fritos puede ser útil para la salud mental además de la condición física en general.

El reciente aumento global de casos de ansiedad y depresión también se indicó en el estudio al citar datos de 2020, con cifras que revelaron incrementos del 27,6% y del 25,6%, respectivamente. El documento también señaló que la Organización Mundial de la Salud (OMS) también estimó que más del 5% de los adultos sufren de depresión.

En el nuevo estudio, los investigadores sugieren que la acrilamida, una sustancia química que se forma durante el proceso de fritura, específicamente en las papas fritas, es responsable de un mayor riesgo de ansiedad y depresión.

En un artículo separado citado en este documento, los investigadores expusieron al pez cebra a la sustancia química y descubrieron que la exposición prolongada hacía que los peces permanecieran en áreas oscuras dentro del tanque, un signo común de un mayor nivel de ansiedad en la especie.

Aunque se sabe que forma cardúmenes, mostró una menor capacidad para explorar y socializar sus tanques, ya que no nada cerca de otros peces cebra. Al observar los efectos del consumo de alimentos fritos en humanos y la exposición a la acrilamida en el pez cebra, los investigadores compararon los dos para sugerir que el consumo frecuente de la sustancia química que se encuentra comúnmente en los alimentos fritos puede tener un impacto negativo en la salud mental. De la investigación también participaron Weixuan Yao y Jing Jing Jiao.

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