Disney se pronunció a favor de la enseñanza de género a niños en escuelas de la Florida, y ahora la legislatura le quitó su autonomía

La compañía es uno de los empleadores privados más grandes del estado, con más de 60.000 trabajadores. El gobernador republicano la acusa de intentar hacer “activismo social” por oponerse a la normativa que prohíbe hablar de temas LGBT+ en las escuelas.

Mundo 22/04/2022 Editor Editor

La Cámara de Representantes de Florida aprobó el jueves un proyecto de ley que disolvería el gobierno privado de Walt Disney World, dándole al gobernador republicano Ron DeSantis una victoria en su enfrentamiento con el gigante del entretenimiento, que ha criticado una ley recientemente aprobada por el partido gobernante en el estado que los detractores han bautizado “Don’t say gay” (“No digas gay”).

La decisión tendría enormes consecuencias impositivas para Disney, cuyos parques temáticos han trasformado a Orlando en uno de los destinos turísticos más concurridos del mundo, y agrava la relación entre el gobierno republicano y uno de los principales actores políticos del estado.

Para DeSantis, el ataque a Disney es la batalla más reciente de una guerra cultural en torno a cuestiones como la raza, el género y el coronavirus, que lo han convertido en uno de los políticos republicanos más populares del país y un probable candidato presidencial en 2024.

La disputa con Disney se refiere a la crítica de la empresa a una nueva ley que prohíbe la instrucción sobre orientación sexual y género desde el jardín de infantes hasta tercer grado, así como la enseñanza que no sea “apropiada para esa edad o apropiada a ese grado de desarrollo”, que el activismo LGBT+ ha advertido busca prohibir la discusión sobre distintas identidades de género u orientaciones sexuales.

 El gobernador de Florida, Ron DeSantis, impulsó la llamada ley "Don´t say gay", que ha provocado las críticas de Disney (REUTERS/Octavio Jones/File Photo)
En marzo, Disney dijo que suspendería las donaciones políticas en el estado y añadió que apoyaría a las organizaciones que hacen campaña contra la nueva ley, luego de ser criticado por sus propios empleados y el activismo LGBT+ por no posicionarse sobre la polémica ley.

DeSantis y sus correligionarios volvieron sus cañones contra Disney y sostuvieron que la ley es “razonable”.

“Disney y otras empresas de activismo social ya no se saldrán con la suya con sus campañas de presiones irrestrictas”, dijo DeSantis en un pedido de recaudación de fondos el miércoles. “Si queremos obligar al aparato demócrata y sus perritos falderos empresarios a rendir cuentas, tenemos que mantenernos unidos".

El proyecto aprobado el jueves eliminaría el Reedy Creek Improvement District, como se llama oficialmente el gobierno Disney, y otros distritos similares para junio de 2023. La medida deja abierta una puerta para que renegocien su futuro. Ahora pasa al despacho de DeSantis para su firma.

Los demócratas han criticado el proyecto como una represalia contra la empresa y advierten que los propietarios de viviendas locales podrían recibir enormes cuentas impositivas si tienen que absorber la deuda en bonos de Disney, aunque esos detalles distan de estar claros.

Disney es uno de los empleadores privados más grandes de Florida, con más de 60.000 trabajadores en el estado, y en los últimos años ha impulsado una mayor representación de etnias, identidades de género y orientaciones sexuales en sus productos, generando elogios por expandir el tipo de historias que tradicionalmente ha contado y apostar por la inclusividad, así como críticas por parte de la derecha estadounidense que acusa a la empresa de querer “adoctrinar” a los más pequeños e impulsa un boicot en su contra.

(Con información de AP)

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