Un hombre blanco arroja ácido en una piscina para echar a dos mujeres negras

Es una imagen aterradora que dio la vuelta al mundo y fue clave para el avance de los derechos civiles en Estados Unidos.

Curiosidades 06/03/2021 Editor Editor

En ella se ve el rostro de pánico de dos mujeres negras que nadan en una piscina mientras un hombre blanco arroja ácido al agua. Fue tomada el 18 de julio de 1964 en un motel de la ciudad de San Agustín, en Florida.

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De inmediato se convirtió en un símbolo de la segregación racial que durante décadas impidió que los negros compartieran los espacios públicos y privados con la población blanca en la mayoría de estados del sur estadounidense.
Si bien hace décadas se puso fin por ley a esa segregación, las protestas que ocurrieron recientemente a lo largo y ancho de Estados Unidos por la muerte de George Floyd nos recuerdan la discriminación que todavía sufren muchos afroestadounidenses en su propio país.

La protesta del motel

El propio Martin Luther King Jr. viajó a San Agustín, donde fue arrestado el 11 de junio de 1964 tras intentar acceder al restaurante del motel Monson, en el que no se permitía la presencia de afroestadounidenses.

Uno de los puntos álgidos de las protestas se vivió en ese mismo motel una semana más tarde, el 18 de junio, cuando un grupo de activistas blancos y negros se lanzó a la piscina del establecimiento en medio de una fuerte presencia policial y de periodistas.

Enfurecido, el manager del motel, Jimmy Brock, agarró una botella de ácido clorhídrico, utilizado para limpiar baldosas, y empezó a rociar con él a los bañistas para que salieran del agua. Incluso un policía se lanzó a la piscina para detener a los activistas, que no sufrieron daños y acabaron en el calabozo en sus trajes de baño.
La mujer que grita en esta imagen es Mimi Jones, una activista por los derechos civiles de los negros en EE.UU. quien tenía 17 años cuando ocurrió este incidente.

Las fotografías y grabaciones de lo sucedido dieron la vuelta al mundo y su impacto fue tal que hasta el presidente estadunidense Lyndon B. Johnson llegó a afirmar: "Toda nuestra política exterior y todo lo demás se irá al diablo por esto".


Al día siguiente, tras cerca de tres meses de bloqueo por falta de acuerdo entre los legisladores, el Senado estadounidense aprobó la Ley de Derechos Civiles que decretaba el fin de la segregación racial en los espacios públicos y privados de todo el país.

"No estoy seguro de que la ley se hubiera aprobado sin lo que pasó en San Agustín. Fue un hito. Éramos jóvenes y creíamos haber hecho algo (importante), y lo hicimos", le dijo en 2014 a la cadena NPR J.T. Johnson, uno de los activistas que se lanzaron al agua de la piscina del motel Monson.

Fuente: BBC

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