Alertan sobre potenciales riesgos de cáncer asociados al uso de relojes inteligentes

Los químicos que aseguran la durabilidad de las correas de los relojes, al acumularse en el cuerpo humano, podrían causar daños irreversibles, advierte un nuevo estudio científico.

20/12/2024EditorEditor

Los relojes inteligentes y deportivos, dispositivos cada vez más populares por sus funciones prácticas y de seguimiento de la salud, podrían presentar riesgos inesperados para la salud, según un nuevo estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology Letters. La investigación revela que algunas correas de estos dispositivos contienen sustancias químicas que, al acumularse en el cuerpo humano, podrían aumentar el riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades graves.

El problema: sustancias químicas en las correas
El estudio analizó 22 correas de relojes de diversas marcas, enfocándose en aquellas hechas de caucho sintético, un material diseñado para resistir el sudor y el desgaste. Los resultados fueron preocupantes: 20 tipos de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) fueron detectadas, con el PFHxA como el compuesto más común, presente en 9 de las correas analizadas. Estas sustancias son conocidas por su uso en productos como sartenes antiadherentes, maquillaje y ropa resistente al agua.

“Este descubrimiento llama la atención por las altas concentraciones de químicos permanentes encontrados en artículos que están en contacto directo y prolongado con la piel”, afirmó Graham Peaslee, profesor de la Universidad de Notre Dame y coautor del estudio.

Riesgos para la salud
Los PFAS, conocidos como "químicos eternos" debido a su persistencia en el medio ambiente y en el organismo humano, son potencialmente dañinos. Según los científicos, estas sustancias pueden penetrar en la piel y, al acumularse, están relacionadas con enfermedades como cáncer, daños hepáticos, obesidad y problemas de fertilidad.

Aunque los relojes inteligentes son promocionados como herramientas para mejorar la calidad de vida, estas sustancias químicas utilizadas para garantizar la durabilidad de sus correas podrían estar generando riesgos a largo plazo para los usuarios.

Un hallazgo inquietante: más caro no significa más seguro
Sorprendentemente, las pulseras más costosas no fueron las excepciones. Al contrario, evidenciaron niveles más altos de estas toxinas en comparación con modelos más económicos. Esto sugiere que la calidad percibida o el precio elevado no necesariamente garantizan seguridad frente a este tipo de riesgos.

¿Qué podemos hacer como consumidores?
Ante estas revelaciones, los expertos recomiendan algunas medidas para minimizar los riesgos:

Elegir materiales alternativos: Optar por correas de materiales naturales, como cuero o tela, que no contengan PFAS.
Higiene constante: Limpiar regularmente las correas para reducir la acumulación de sustancias químicas.
Consultar la composición: Investigar las especificaciones del fabricante sobre los materiales utilizados en las correas antes de comprar.
Un llamado a la regulación
El estudio pone de manifiesto la necesidad de una mayor regulación y supervisión sobre los materiales utilizados en dispositivos que tienen contacto directo y prolongado con la piel. Los investigadores destacan la urgencia de desarrollar estándares que protejan la salud de los consumidores frente a sustancias químicas potencialmente dañinas.

Mientras tanto, los usuarios de relojes inteligentes deberán considerar estos riesgos y evaluar sus opciones para equilibrar los beneficios tecnológicos con su bienestar a largo plazo.

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