"Me ofrecen sexo como un favor porque tengo discapacidad"

Holly tenía sólo 16 años cuando alguien le preguntó si podía practicar sexo porque era alguien con discapacidad.

19/11/2024EditorEditor

En el mundo de las citas y las relaciones, las mujeres con discapacidad enfrentan una serie de estigmas y preguntas invasivas que ponen a prueba su paciencia y dignidad. Holly Greader, de 26 años, ha escuchado de todo: desde si puede tener "sexo duro" hasta si sus articulaciones se dislocan durante el acto. Estas interrogantes, lejos de ser excepcionales, reflejan una visión estereotipada de las personas con discapacidad, tratándolas como objetos de curiosidad o incluso como "cargas" para sus parejas.

Rompiendo estereotipos
Holly, quien padece dolor crónico y síndrome de hipermovilidad, se ha propuesto desafiar estas nociones junto con otras mujeres en situaciones similares. Para ella, es fundamental que las relaciones felices y plenas de las personas con discapacidad sean representadas de manera positiva. Recientemente casada con James, su pareja desde la adolescencia, Holly lamenta que los medios de comunicación perpetúen la idea de que las personas con discapacidad llevan vidas tristes y limitadas.

"A menudo me decían que, si mi salud empeoraba, James me dejaría por ser una carga. Pero eso no es lo que define nuestra relación", comenta Holly.

Nicola Thomas, de 38 años, comparte experiencias similares. Diagnosticada con neuromielitis óptica, perdió la vista por completo hace cinco años. Para ella, la ceguera no ha sido un obstáculo para disfrutar de actividades como la vela o el paddleboard, y menos aún para mantener una relación plena.

"Aunque ambos somos ciegos, mi novio Paul y yo vivimos nuestra vida al máximo. La gente nos subestima, pero no hay nada que nos detenga", asegura Nicola.

El derecho a la intimidad y al amor
Kat Watkins, líder de proyectos de Disability Wales, resalta la importancia de normalizar el derecho de las personas con discapacidad a disfrutar de su sexualidad y relaciones. Según Kat, los estereotipos no solo limitan la visión que otros tienen de las personas con discapacidad, sino que también afectan la autoestima de quienes los enfrentan.

"Vivir plenamente implica más que satisfacer necesidades básicas como la comida o un techo. La sexualidad es una parte integral de la vida, y las personas con discapacidad merecen explorarla sin tabúes", afirma.

Kat también aboga por la inclusión de juguetes sexuales adaptados en el mercado convencional, para que más personas con discapacidad puedan acceder a herramientas que potencien su confianza y disfrute.

Hacia una representación inclusiva
Aunque aún queda un largo camino por recorrer, personajes como Isaac Goodwin en la serie Sex Education comienzan a ofrecer una representación más positiva y realista. Para Holly, Nicola y Kat, lo esencial es cambiar la narrativa y mostrar que las personas con discapacidad, al igual que cualquier otra, merecen una vida plena, libre de prejuicios y con amor en todas sus formas.

"Tenemos derecho a ser vistas como seres completos, con deseos, sueños y el potencial de tener relaciones saludables y felices", concluye Kat.

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