El “teléfono rojo” que salvó al mundo de una hecatombe nuclear

La Crisis de los Misiles calentó a niveles nunca antes vistos la llamada “Guerra Fría” entre los Estados Unidos y Rusia en 1962. Una vez superado el episodio, los líderes de ambas naciones, John F. Kennedy y Nikita Kruschev, crearon un medio para comunicarse de inmediato que nunca utilizaron. Cómo se hizo, quienes lo usaron y qué cambió desde su instalación hasta la actualidad

22/01/2024EditorEditor

Durante la Crisis de los Misiles Cubanos en 1962, el "teléfono rojo" no se refería a un dispositivo telefónico específico, sino a un sistema de comunicación directa entre Estados Unidos y la Unión Soviética para facilitar la comunicación en tiempo real y evitar malentendidos que pudieran llevar a un conflicto nuclear. El término "teléfono rojo" se utilizó coloquialmente para describir esta línea directa de comunicación.

En realidad, no era un teléfono tradicional, sino un sistema de comunicación por teleimpresora teletipo. El sistema fue instalado en la Oficina Oval de la Casa Blanca y en el Kremlin en Moscú. Permitía a los líderes de ambos países intercambiar mensajes de manera rápida y directa, lo que resultaba crucial durante la crisis de los misiles.

Durante la crisis, que se desató cuando se descubrieron misiles nucleares soviéticos en Cuba, hubo una comunicación intensa entre el presidente estadounidense John F. Kennedy y el líder soviético Nikita Jrushchov. La existencia de esta línea directa ayudó a prevenir malentendidos y a mantener una comunicación fluida entre ambas superpotencias, contribuyendo a la resolución pacífica de la crisis. El acuerdo final implicó que los Estados Unidos retiraran sus misiles en Turquía a cambio de que la Unión Soviética retirara sus misiles de Cuba, lo que alivió las tensiones y evitó un conflicto nuclear directo.

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