Los graves efectos de los bloqueadores de la pubertad utilizados para menores transgénero

Crece la preocupación por las consecuencias físicas de este tipo de tratamientos. Se aplican en adolescentes que se identifican como transgénero.

General 18/11/2022 Editor Editor

Como anticipa su nombre, los bloqueadores de la pubertad son medicamentos que evitan que la pubertad ocurra. Es decir, funcionan bloqueando las hormonas -testosterona y estrógeno- que causan los cambios en el cuerpo relacionados con la pubertad. Son reclamados en el caso de adolescentes que se perciben transgénero. Pero ahora hay preocupación por las consecuencias físicas a largo plazo de este tipo de tratamientos, en el caso de los huesos, el cerebro y otros órganos.

El uso de esas drogas suele ser descrito como una forma "segura y reversible", de comprar tiempo para evaluar la transición médica y evitar la angustia de crecer en un cuerpo que se percibe equivocado.

Es que un índice elevado de adolescentes transgénero sufren depresión y otros trastornos psicológicos, y los estudios muestran que en algunos pacientes los bloqueadores del desarrollo aliviaron la inadecuación del sexo de nacimiento con la identidad de género.

Según el especialista norteamericano Norman Spack, la medicación "los libera de la ansiedad”, ya que "el enorme alivio que sienten esos chicos es evidente".

Los daños del uso de bloqueadores
Según se advirtió, cada vez son más los profesionales médicos preocupados por las consecuencias de esas drogas, y los cuestionamientos están obligando a los gobiernos de Europa a revisar sus políticas e impulsar más investigaciones sobre el tema, al tiempo que los especialistas reconsideran a qué edad prescribirlas y por cuánto tiempo.

Los bloqueadores de la pubertad suprimen el estrógeno y la testosterona, hormonas que ayudan a desarrollar el sistema reproductivo, pero, y ahí está la cuestión, también tienen efectos en los huesos, el cerebro y otras partes del cuerpo.

Se explicó que durante la pubertad, la masa ósea del cuerpo suele aumentar, lo que determina la salud de nuestros huesos de por vida. Cuando los adolescentes usan bloqueadores, el crecimiento de la densidad ósea se estanca en un promedio de los casos.


Según un análisis difundido por The New York Times, aunque muchos médicos creen que esa pérdida se recupera cuando se abandona el uso de bloqueadores, dos estudios que monitorearon la densidad ósea de los pacientes trans mientras usaban bloqueadores y durante los primeros años de tratamiento con hormonas sexuales, revelaron que muchos no se recuperan por completo y se quedan rezagados en relación con sus pares.

Según los especialistas, eso podría acarrear mayor riesgo de fracturas por debilitamiento óseo antes de lo esperable por el envejecimiento normal —a los 50 años, en vez de a los 60— y un daño más inmediato para los pacientes que comienzan el tratamiento con huesos que ya son débiles.

Se concluyó que el "precio" del tratamiento que frena el desarrollo, "sea un déficit en la masa esquelética”.

De hecho, en octubre último el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra propuso restringir el uso de los medicamentos para jóvenes trans al campo de la investigación, y Suecia y Finlandia pusieron límites al tratamiento.

Preocupa no solo el riesgo de los bloqueadores, sino el fuerte aumento de pacientes jóvenes, los problemas psiquiátricos que muchos presentan y hasta qué punto se debe evaluar su salud mental antes de ofrecerles la posibilidad del tratamiento. Con información del diario Ámbito

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