Se llama Rosario, ha interpuesto la primera denuncia contra un hospital por el cambio de sexo de un menor

"Me dicen que mi hija ha muerto, que ahora me ha nacido un hijo", explica la madre en pleno proceso judicial contra el Ramón y Cajal de Madrid por iniciar sin los permisos necesarios un tratamiento de "afirmación de género" con su hija de 16 años, que ha sufrido 'bullying', anorexia, autolesiones y un intento de suicidio.

Rosario reclama que un psiquiatra vea a la menor y valore las patologías que la han tenido dos años a tratamiento en Salud Mental en el Hospital Niño Jesús.

En la Unidad de Identidad de Género le dicen que no puede intervenir un psiquiatra, porque eso supondría patologizar la transexualidad. Es decir, convertir en enfermedad algo que no lo es, tal y como certifica la comunidad científica.

"Pero yo digo: ¿y si hay otras dolencias que hacen creer al niño que la transexualidad es la solución, pero no lo es?", cuenta Rosario, letrada del Ayuntamiento de Madrid, a este periódico.

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