Estrategias de aprendizaje en el fortalecimiento de la competencia interpretativa y pensamiento numérico de los números racionales positivos a través de la red social WhatsApp

El presente artículo propone una experiencia de aula a partir de estrategias de aprendizaje en lenguaje y matemáticas que desarrollan los estudiantes de grado sexto a través de la creación de una comunidad virtual en la red social de WhatsApp para el mejoramiento de la comprensión de lectura e interpretación de los fraccionarios. Por Julieth Karinne Quintero Espinosa

General 24/02/2022 Editor Editor

Es frecuente escuchar a los docentes de distintas asignaturas preguntarse ¿por qué los jóvenes no comprenden un texto, una imagen o una ecuación? La comprensión de un texto, la producción escrita y la lectura crítica son tres elementos que se trabajan transversalmente. Por ejemplo, un estudiante necesita de la interpretación y de
la lectura literal e inferencial para resolver un problema matemático; puesto que clasifica la información que le preguntan y establece relación entre su pre- saber y conocimientos adquiridos. Sin embargo, matemáticas y lenguaje toman trayectorias diferentes en las Instituciones Educativas, dado que se desarrollan de manera segmentada.

La mediación tecnológica va de la mano puesto que se busca partir del gusto y el gran dominio que tienen los jóvenes por el internet. Cabe señalar que para estos procesos de enseñanza hay dos conceptos claves a la que la educación actual se enfrenta: Nativos y migrantes digitales. La educación colombiana asume un gran reto y es su capacidad de adaptación al nuevo tipo de sociedad que está emergiendo. No se trata de marginar la tecnología sino de aprovechar al máximo el potencial de ese educando para fortalecer su pensamiento crítico-social. Frente a esto, el Doctor en Educación de la Universidad Autónoma de Tlaxcala Juan Martín López Calva argumenta que “los inmigrantes digitales tienen que aprender una ‘nueva lengua’ para comunicarse con sus hijos y estudiantes, un lenguaje que para las nuevas generaciones es totalmente familiar y al que por tanto no temen no se les dificulta utilizar” (2015, p. 122).

La educación de hoy en día se enfrenta a un panorama: La tecnología y la juventud. Dos aliados
que los maestros deben afrontar. En este campo surgen preguntas como: ¿por qué hay
educadores que promueven y otros que rechazan el vincular la tecnología como mediación? ¿Se
puede combinar el gusto por la tecnología y el aprendizaje escolar? ¿Puede un docente promover
el uso de redes sociales que van más allá de comunidades virtuales de aprendizaje de carácter
informativo?

El problema gira en torno a la cuestión de cómo pensar sobre el aprendizaje de los estudiantes, o cómo pensar la forma de enseñar como docentes, sobre las asignaturas que la escuela define como prioritarias y necesarias en el currículo, siendo el profesor el pionero (MIDORO et al., 2003) donde crea alternativas que hacen que el estudiante se motive, usando con fines pedagógicos las redes sociales y las herramientas presentes en contextos informales, cuando, de hecho, el alumno permanece dentro de una institución que se ocupa con contenido de manera formal. Las diversas plataformas y redes sociales han sido un desafío para los métodos de investigación, un contexto que ha aumentado el interés de los investigadores de diversos campos del conocimiento para investigar y comprender las interacciones mediadas por las tecnologías. Estas ya no son solo mediadores o espacios separados de la vida cotidiana; integran la vida y son importantes actores sociales que participan activamente en las acciones diarias. En este sentido, la atención se centra en la cultura, el uso y el rendimiento de tales herramientas, dispositivos y plataformas.

El uso del WhatsApp facilita a los estudiantes ya que pueden realizar comentarios, réplicas,
audios y enviar videos; tanto en casa como en la institución tienen acceso a internet y teléfono
por lo tanto las actividades surgen de forma curricular como extracurricular. Este tipo de
estrategias posibilita partir del gusto y habilidades que tienen los educandos frente a la tecnología,
como lo expresan Ariel Rodolfo Rodríguez y Fanny Avella en el artículo “Uso de redes sociales
en el contexto de la educación superior, hacia un entorno de aprendizaje en red” (2014), la
implementación de las redes sociales y plataformas educativas permiten: “características de
personalización, promoción de la comunicación y énfasis en la participación activa, la
conectividad, la colaboración y la apropiación, publicación el compartir conocimientos, contenidos
e ideas entre los usuarios de la internet” (p. 3). En este espacio y a través de la red social
WhatsApp se pretende que ellos no solo realicen ejercicios de la manera convencional, sino que
a través de la interacción virtual y presencial creen intervenciones y reflexiones.

Paralelamente al proceso de realización de las actividades online se busca complementar con el
diseño de representaciones mentales (esquemas, mapas conceptuales, mapas mentales,
mentefactos, diagramas de flujo) para que los estudiantes interpreten a través del lenguaje (las
palabras). Llevar el proceso de la verbalización a la construcción numérica implica que se crean
relaciones interdisciplinares porque “se apoyan a los estudiantes en el desarrollo de competencias
matemáticas, científicas, tecnológicas, lingüísticas y ciudadanas” (MEN, 2016, p. 48). Este
ejercicio permite la organización y estructura del pensamiento, dado que, por medio de diseño de
éstas, ellos usan la lógica para jerarquizar, segregar y juntar ideas. Además, les da un panorama
que implica el uso de la memoria visual para establecer conexiones entre letras y números.
Las actividades para desarrollar parten del gusto de los estudiantes por la tecnología y la
exploración en el área de campo. Es decir que las matemáticas y lenguaje no se verán de forma
tradicional, sino que se piensa el aprendizaje desde un conjunto, como lo expresa Martín Moreno
(2004): “El intercambio y el desarrollo del conocimiento en el seno de pequeños grupos de iguales
encaminados a la consecución de objetivos académicos” (p. 15). Al trabajar las matemáticas y el
lenguaje desde una colectividad y la cotidianidad, los estudiantes aprenden a establecer la
relación de un conocimiento con su entorno. Esto a su vez incrementa la motivación de todos,
posibilita compartir los conocimientos adquiridos individualmente para contribuir a los grupales,
favorece la retención de lo aprendido, promueve el pensamiento crítico y la diversidad del
aprendizaje.

De acuerdo con el MEN (2003, p. 49), tener competencias matemáticas es indispensable para
cualquier individuo en aras de propiciar un desempeño activo y reflexivo en su realidad social,
debido a que las matemáticas son consideradas como una “actividad humana” inherente y
condicionada a la cultura y su propia historia y donde la práctica manifiesta relaciones del
individuo con su entorno, aportando como ciudadano en la mejora de la calidad de vida.
Ricoy y Couto (2012) estudiaron cuáles son los recursos utilizados en la enseñanza de
secundaria, y en particular en el área de matemática, para “...evidenciar qué herramientas TIC se
utilizan para motivar al estudiante en el proceso de aprendizaje” (p. 8). Su metodología estuvo
centrada en casos de estudio, utilizando el cuestionario para la recolección de datos. Concluyeron
que los recursos más utilizados continúan siendo los textos y las fichas de trabajo, a pesar de que
no motivan a los alumnos y en las matemáticas varía un poco, con la utilización de la calculadora;
los computadores e Internet son factores relevantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje; las
TIC encierran amplias posibilidades para la innovación educativa y la motivación en los alumnos.

El artículo de investigación “La utilización de las redes sociales para la enseñanza de las
matemáticas” (Cruz, Puentes Y Cabrero, 2017, p. 31) plantea una estrategia de aprendizaje para
el mejoramiento de resolución de problemas a partir de la creación de una red social Educativa
Edmodo. El estudio se aplica a jóvenes entre catorce y diecisiete años del colegio Bilingüe
durante el 2014 y 2015. En esta propuesta se trabaja desde el aprendizaje significativo y
colaborativo porque los estudiantes aportan a la hora de construir su conocimiento y se ayudan
entre ellos a partir de comunidades virtuales o presenciales de aprendizaje. Según los autores:
“ha sido eficaz para el aprendizaje de los contenidos y capacidades que se perseguía que los
estudiantes alcanzaran, así como para el aprendizaje del funcionamiento de Edmodo” (2017, p.
31).

Al vincular procesos académicos independientemente de la asignatura con que se trabaje, si se
parte de los gustos que sienten los jóvenes por la tecnología se pueden fortalecer aspectos como
la argumentación a través de la discusión de foros, pensamiento crítico porque ese estudiante
asume una postura y existe una probabilidad de mejorar su producción escritural. Estos factores
dependen de la capacidad de mediación por parte del docente, puesto que coordina las
actividades y proyecta las discusiones o actividades a realizar. De este ejercicio surgen proyectos
interesantes, dado que los jóvenes tienen acceso a la información y el rol del docente es orientar
y crear un diálogo entre el saber y sus pupilos. Un docente no nace, se transforma antes, durante
y después de su clase. Mide el nivel de recepción, participación y comprensión por parte del
educando: “cuando los recursos digitales dan apoyo o complementan los libros de texto y los
recursos generados por los propios profesores en soportes tradicionales, se exige una
orquestación apropiada a los objetivos didácticos y las características de los estudiantes” (Pedró,
2015, p. 27).

El autor plantea que el docente debe escoger cuidadosamente la meta de su clase, qué quiere y
cómo quiere que aprendan sus pupilos, de qué forma implementa la tecnología. Además, incita a
ese docente a preparar sus clases a través de propuestas didácticas que tengan en cuenta la
tecnología en el aula de clase. Se trata de aprovechar el talento y gusto de los jóvenes para
orientarlos hacia un aprendizaje dinámico y constructivo. Esa “orquestación apropiada de los
objetivos” (2015, p. 27) implica que el docente debe pensar hacia quien va dirigida la actividad, el
tema a desarrollar y cómo se va a estructurar su clase.

En tal sentido, el uso de las TIC puede incentivar a los estudiantes no sólo al acercamiento de
objetos matemáticos determinados; sino también al fortalecimiento de la competencia
interpretativa propia de esta área de conocimiento, que a su vez permiten el abordaje de
situaciones problema planteadas en diversos contextos. Como dice Pizarro (2009, p.30), “lograr
que el alumno visualice los contenidos temáticos para el aprendizaje de las Matemáticas es de
fundamental importancia y la inclusión de las tecnologías es una alternativa que puede ayudar a
lograrlo”, es decir que permite que los alumnos visualicen mejor un concepto
desarrollado. Además, se pretende romper con la desmotivación y con el rechazo que se produce
hacia las matemáticas. Así mismo, según Zugowitki (2012) la motivación en el alumnado se
incrementa, precisamente, porque, gracias a las TIC, la materia a trabajar resulta más interesante,
grata y entretenida; además, el alumnado tiene la posibilidad de investigar y aprender jugando.

Artículo de opinión. Autora: Julieth Karinne Quintero Espinosa


REFERENCIAS
.
CRUZ Pichardo, PUENTES J. CABERO A. (2017). La utilización de las redes sociales para la
enseñanza de las matemáticas. Revista Espacios, recuperado de:
http://www.revistaespacios.com/a17v38n55/a17v38n55p31.pdf
MIDORO. V., BOCCONI, S., POZZI, F., REPETTO, M. Innovazione nella scuola ICT e docenti
pioneri - Le ipotesi di base del progetto ULEARN. In: TD, vol. 30, nº. 3, p. 4- 9. Disponível
em: . Acessado em: 12 dez. 2010.
Ministerio de Educación Nacional. (2016). Derechos básicos de aprendizaje. Lenguaje. Bogotá:
Editorial Panamericana.
Pizarro, R. (2009). Las Tics en la enseñanza de las Matemáticas. Aplicación al caso de Métodos
Numéricos. (Licenciatura). Universidad Nacional de la Plata, Facultad de Informática.
Pedró F. (2015). Capítulo 3: El potencial transformado de la tecnología de la educación. La
tecnología y la transformación de la educación. Documento básico. Chile: Fundación
Santillana. Págs. 21-37
Pizarro, R. (2009). Las Tics en la enseñanza de las Matemáticas. Aplicación al caso de Métodos
Numéricos. (Licenciatura). Universidad Nacional de la Plata, Facultad de Informática.
Rodríguez, A. y Avella F. (Julio 2014). Uso de redes sociales en el contexto de la educación
superior, hacia un entorno de aprendizaje en red. VI Conferencia Conjunta Iberoamericana
sobre Tecnologías para el Aprendizaje.
Ricoy, M. y Couto, M. (2012). Los recursos educativos y la utilización de las TIC en la enseñanza
secundaria de las matemáticas. Revista Portuguesa de Educação, Vol. 25, N° 2, pp. 241
– 262
Zugowitki, V. (2012). RedUsers

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