“Tengo 1710 dispositivos que me monitorean las 24 horas y mi vida cambió por completo”

Chris Dancy, conocido como "el hombre más conectado del mundo", es un pionero en el monitoreo digital de datos personales. A sus 55 años, ha llevado el seguimiento de su vida a un nivel extremo con la ayuda de 1710 dispositivos que monitorean casi cada aspecto de su día a día. Desde sensores en su hogar hasta herramientas en su auto y dispositivos portátiles, Dancy recopila datos que le permiten mejorar su salud, bienestar y productividad. En una entrevista con Infobae, compartió cómo esta hipertecnologización ha transformado su vida y lo ha convertido en un "cyborg consciente".

El interés de Dancy por el registro de datos comenzó cuando era adolescente. En los años 80, usaba el programa Lotus 1-2-3, una de las primeras hojas de cálculo, para documentar su vida. Lo que inició como un hobby, registrando artículos sobre su ídolo Michael Jackson, se convirtió en una práctica diaria que abarcó todos los aspectos de su existencia: correos electrónicos, fotos, conversaciones, menús de comida, entre otros. Este registro detallado de su vida evolucionó con los avances tecnológicos, permitiéndole automatizar la recopilación de datos. En los 2000, integró herramientas como Yahoo Pipes y feeds RSS, y con la llegada de las redes sociales, comenzó a extraer sus datos de plataformas como MySpace y Twitter.

Su motivación principal para cuantificarse fue la búsqueda de mejorar su salud física y mental. "En 2008, estaba luchando con problemas de salud y me di cuenta de que necesitaba tomar el control de mi vida", relata Dancy. La tecnología se convirtió en su aliada, integrando sensores y aplicaciones que no solo monitoreaban su cuerpo, sino también sus interacciones con el entorno. Su "experimento" dio resultado, llevándolo a realizar cambios significativos en su vida: dejó de fumar, perdió peso y mejoró su dieta. Para él, los datos no son solo información pasiva, sino herramientas activas que lo guían hacia decisiones más saludables.

En su hogar en Brentwood, Tennessee, cada dispositivo y objeto está conectado para generar datos. Desde el termostato hasta las bombillas, todo contribuye a este ecosistema digital. Incluso su auto está configurado para medir su ritmo cardíaco mientras conduce. Esta vida "hipercuantificada", lejos de complicarle su existencia, lo ha ayudado a llevar un estilo de vida más consciente y saludable. Dancy se define a sí mismo como un "cyborg consciente", una persona que ha integrado la tecnología en su vida de manera que potencia su bienestar en lugar de restarle calidad de vida.

Uno de los mayores beneficios que ha encontrado en este enfoque es la capacidad de priorizar los datos más relevantes. Con el tiempo, Dancy aprendió a distinguir entre "datos duros" (como peso o presión arterial), "datos blandos" (información manipulable sobre identidad), y "datos básicos" (como el ADN). Esto le permitió organizar su vida en torno a métricas clave que afectan su salud, relaciones y productividad. Su vida diaria se ha transformado en un ciclo continuo de retroalimentación, donde cada acción genera datos que influyen en sus decisiones futuras.

A pesar de lo radical que pueda parecer su estilo de vida, Dancy asegura que su enfoque siempre ha sido el equilibrio. No usa dispositivos que le resulten incómodos o invasivos y prioriza aquellos que mejoran su bienestar sin interrumpir su rutina. "El objetivo es que estas herramientas mejoren mi vida, no que la compliquen", dice. De hecho, su enfoque de "autocuantificación" lo ha llevado a resultados tangibles: ha perdido casi 45 kilos, ha mejorado su situación financiera y ha logrado controlar su ansiedad.

Sin embargo, su estilo de vida también plantea cuestiones sobre la privacidad. Para Dancy, este concepto es más una ilusión que una realidad. Al destruir su privacidad, asegura haber encontrado una forma de libertad. Cree que la gente está dispuesta a intercambiar su privacidad por comodidad o beneficios económicos, un patrón que él mismo ha observado a lo largo de su vida. La "transparencia radical" que practica le ha permitido llevar un control exhaustivo sobre su comportamiento, y para él, este intercambio ha valido la pena.

Dancy también es consultor en tecnología y conferencista. A lo largo de los años, ha refinado su sistema para extraer lecciones de los datos que recopila, lo que le ha permitido desarrollar una mayor conciencia sobre sus hábitos. Al observar métricas como la variabilidad de la frecuencia cardíaca, puede ajustar su vida en función de sus niveles de estrés y salud general. Sin embargo, reconoce que existe el riesgo de depender demasiado de los datos. "Los uso para fundamentar mis decisiones, pero no reemplazan mi instinto o intuición", aclara. Para él, los datos son una guía, no un dictador.

Frente a quienes cuestionan su estilo de vida, Dancy defiende que no se trata de convertirse en una máquina, sino de utilizar la tecnología como una herramienta para vivir de manera más consciente. "Es una forma de entenderme mejor, de mantener el control de mi salud y bienestar", explica. Su historia invita a reflexionar sobre el futuro de la relación entre los humanos y la tecnología, y cómo esta puede integrarse de manera que amplifique nuestras capacidades sin reemplazar lo que nos hace humanos.

A lo largo de su vida, Chris Dancy ha demostrado que la tecnología, si se usa con intención, puede ser una poderosa herramienta para mejorar la salud, el bienestar y la productividad. Aunque su estilo de vida no es convencional ni adecuado para todos, su experiencia ofrece una perspectiva única sobre cómo la cuantificación de la vida diaria puede llevar a una transformación personal profunda. Para él, el futuro de la informática no reside en las máquinas, sino en cómo integramos la tecnología con el comportamiento humano.

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