OPINIÓN. Qué lecciones nos dejó esta pandemia.

Por Erik Daniel Paredes Morales

General 27/04/2022 Editor Editor

En el año 2019 el mundo fue testigo de una nueva pandemia. Una pandemia que abrió los ojos a cientos de personas y cegó a muchas más. (En todos los significados que se le puede dar a la palabra). 

En dicho año llego este pequeño intruso que doblego a más de 7.9 billones de personas en tan poco tiempo, que no discrimino en raza, sexo, edad, estatus social o económico. Paralizo en un abrir y cerrar de ojos a grandes industrias y demostró al mundo a la fuerza, que el dinero no siempre es necesario, simplemente son papeles verdes que te otorgan una categoría en esta sociedad.

Esta pandemia mostró a gran parte de la población que los recursos que nos ha dado la naturaleza en todo este tiempo, si no lo sabemos aprovechar y cuidar, vamos a pagar las consecuencias con algo tan simple y básico como lo es nuestra vida. 

Entendamos de una vez por todas que dependemos del campo y de la madre naturaleza para subsistir, el sector primario y el área rural en general venían reclamando nuestra atención desde hacía tiempo, pero no nos dábamos cuenta o no queríamos fijarnos en ello, por lo que vino un virus de 0.16 micras a sentarnos en nuestra realidad y nos hizo poner los pies en el suelo y las manos en la tierra. 

Nos enseñó a apreciar las cosas gratis que siempre hemos tenido y nunca las supimos valorar, como el aire y oxigeno que respiramos diariamente, ya que nos dimos cuenta por experiencia propia o porque los medios de comunicación nos muestran diariamente como existen millones de personas que pagan miles de dólares mensuales por un tanque de oxígeno; nos hizo caer en cuenta cuán importante es apreciar un olor e inclusive degustar algo tan básico como una taza de café; Ya que este virus no solo afecta nuestras vías respiratorias sino que juega con todos nuestros sentidos y cada parte de nuestro cuerpo como le place, inclusive dejando unas “pequeñas” secuelas en nuestro cuerpo una vez pasada la enfermedad, para que aún después de haber superado la infección lo sigamos recordando con los achaques que nos quedaron y solo así recapacitemos en que estamos viviendo de una forma equivocada y que mantener un cuerpo y vida saludable siempre fue lo mejor. 

Expuso al mundo la triste y cruda realidad que vivimos diariamente de la cual muchas veces no queremos darnos cuenta. El pobre se hizo más pobre y el rico más rico y corrupto. Los dirigentes mostraron públicamente su verdadera cara de hipocresía y comenzaron a lucrar de la salud y de las necesidades de las personas a nivel mundial, sin importarles cuánto daño harían con sus acciones deshonestas que destruyeron la confianza del pueblo que los eligió. Se aferraron a su cargo público para enriquecerse y mostraron sus preferencias por satisfacer las necesidades de tiranos por obtener un par de monedas extra en sus bolsillos. Jamás en sus planes estuvo el velar y luchar por su pueblo, y lo único que nos dejaron fue países liderados por la corrupción y los crímenes. 

Es evidente que con cada gobierno existirán tropiezos presupuestales y políticos que impedirán un adecuado manejo del país. Pero este pequeño virus dejo al descubierto un sistema de salud deplorable, y sacó a la luz la gran enfermedad que ha ido tomando fuerza cada vez más y que aún no se la ha podido erradicar; la corrupción. 

De qué sirve invertir millones de dólares en la construcción de nuevos hospitales, si no se puede abastecer una farmacia del área rural con medicinas básicas para los pacientes. De qué sirve crear leyes humanitarias para premiar el esfuerzo del personal que pone día a día en peligro su vida y la de su familia atendiendo pacientes con esta enfermedad, si al final van a privarles de un sustento y desterrarles de su puesto de trabajo.

De qué sirve tener gente preparada y capacitada si no se apoya la investigación, si se prefiere invertir más dinero en premiar futbolistas que en apoyar a personal de salud que busca maneras de erradicar y prevenir este tipo de enfermedades, o a docentes que tienen vocación en instruir a sus alumnos, ya que aún creen en que podrán formar gente de bien que podrá sacar a su país adelante. De qué sirve formar ingenieros, arquitectos, abogados, agricultores, etc. si no se les tratará con un sueldo digno y una estabilidad económica. 

Este pequeño intruso nos enseñó a la mala que no basta con saber de vez en cuando que tenemos algún familiar por ahí a 40 minutos de nuestra casa o a 5.600 millas de distancia; Nos hizo entender la importancia de un beso en ese preciso instante, de un cálido abrazo, de una llamada, de un mensaje y de un detalle. Nos mostró cuán importante es disfrutar cada momento, debido a que nos hizo caer en la incertidumbre del que sucederá con nosotros mañana y obligo a muchas familias a aprender por ausencia de alguien a estar juntos. 

Somos más vulnerables de lo que creíamos, la sociedad nos convirtió en seres frágiles, susceptibles y moldeables por un estereotipo o una moda. 

Esta enfermedad nos quitó la venda de los ojos y nos mostró cuan solos estamos y la importancia y verdadero significado de la palabra amigo, ya que hizo entender a la sociedad entera que no todo el que comenta tus fotografías en redes sociales estará en los momentos difíciles de esta vida. 

Nos bajó de la nube de egocentrismo en la cual siempre estuvimos sentados, nos hizo mirar nuestra condición de mortal y que no somos aquellos seres eternos que tanto nos creíamos. Somos seres analfabetos de pensamiento que se dejan llevar por palabras cálidas y dulces al oído, que se conforman con escuchar de otras personas y no buscan satisfacer la verdad. 

Este virus nos mostró que somos seres susceptibles, que tienen una mentalidad estúpida, que olvidamos muy rápido aquello que nos hizo tanto daño. El hombre es el único ser vivo que no aprende de sus errores a pesar de tener una capacidad de inventiva e inteligencia, la cual debería distinguirnos del resto de animales, pero muchas veces los animales con los cuales vivimos son los que nos enseñan grandes lecciones en nuestra vida y a pesar de ello el hombre los maltrata. 

Esta pandemia dejo relaciones frágiles que se disuelven con el pasar del tiempo, que buscan cualquier excusa para huir, que piensan que el amor es un sentimiento efímero e insignificante. Expuso ante todos, que estamos “gozando” de amores mediocres y estereotipos absurdos de belleza, que poseemos corazones raspados por un mal amor, que no buscan la manera de arreglar su situación, sino que buscan una nueva persona, que aun sabiendo que no sanará sus raspaduras, les hará olvidar momentáneamente que las tienen. Somos la generación del momento, que no visualiza más allá y se conforma con lo que le toca vivir día a día. 

Tenemos ideas erróneas de lo que es estar en pareja y nos permitimos tener relaciones erótico afectivas que no estén ligadas en lo más mínimo por el compromiso, no pensamos en una estabilidad a futuro y simplemente “disfrutamos del momento”; el problema no radica en sentirnos bien estando solos, el problema es que mal acostumbramos a nuestro corazón a aceptar este tipo de relaciones y cuando en verdad queremos tener formalidad y buscamos estabilidad emocional, no la podemos encontrar y nos quejamos de la vida,  nos frustramos y buscamos salidas alternas como la inestabilidad emocional, promovemos la promiscuidad, aumentamos la probabilidad de embarazos no deseados, maternidades o paternidades irresponsables, abandonos familiares, y por sobre todo creamos un potencial aumento en tasas de Infecciones de transmisión sexual y suicidios. 

A veces pienso en lo bonita que es la vida, y en lo triste que la vivimos. La verdad viéndolo bien, la enseñanza siempre estuvo ahí, pero siempre tiene que venir alguien o algo a sentarnos en nuestra realidad y hacernos caer en razón, porque el ser humano por naturaleza es así; No entiende si no es a la mala, a la fuerza o cuando ya lo tiene todo perdido y espero que esta pandemia haya dejado en nosotros grandes lecciones que nos ayudaran a no volver a caer en los mismos errores del pasado. Que nos permitirán evolucionar y progresar. 

A pesar de tanto caos y muertes que nos dejó esta pandemia, también tuvo que habernos dejado algo bueno, porque todas las cosas que pasan deben servirnos de lección para mejorar. Y viéndolo bien, esta pandemia también nos enseñó cosas buenas. 

Puso en la gente la necesidad de emprender, de buscar la manera de tener por cuenta propia la estabilidad económica e hizo que la tecnología de un paso importante en la virtualidad, enseñando a niños, jóvenes e inclusive adultos cuan buena es la tecnología cuando se la sabe aprovechar. 

Dio a conocer como la educación se la puede manejar desde cualquier lugar, en diferentes tiempos y como se puede adaptar a la necesidad y ritmo del que la quiera aprender. Obviamente el aprendizaje remoto se vuelve al inicio muy difícil, no solo para quienes lo gestionan sino también para el estudiante, pero es un campo que se debe ir explorando cada vez más debido a que es lo que nos depara en el futuro. 

Esta enfermedad además mostró al mundo que todavía existe personas que no lucran de las necesidades de los demás y que aún hay gente en la que se puede confiar; que aún existen aquellos profesionales de vocación que prestaron y siguen prestando sus conocimientos para avance de la ciencia y ayuda a los demás. 

A todos el COVID nos dejó cicatrices, pero como es sabido toda cicatriz tiene su historia y su aprendizaje. Así que la pregunta inicial que deberíamos hacernos es: ¿Qué lección me dejo esta pandemia? Y ¿Que voy hacer con esa enseñanza? 

Eres de las personas que piensan seguir con lo mismo, o crees que llegó el momento de cambiar verdaderamente. De hacer un giro de 360° en tu vida y avanzar, mejorar y superarte. Es tiempo de dejar de fijarnos en los físicos y buscar madurez, lealtad, estabilidad y por sobre todo paz. 

Recuerda que siempre hay gente que sabe que está obrando mal y quiere cambiar su vida, pero no hacen el mas mínimo esfuerzo en alcanzar el cambio, siempre existen excusas que pesan más sobre nuestra vida y nos impiden tomar otro rumbo. 

Si hoy fuera mi último día de estancia en este planeta. No me sentiría orgulloso con el legado que deje. ¿Y tú? ¿Te sentirías bien con lo que hiciste en esta vida? Es tiempo de despertar, de cambiar y tomar las riendas de nuestra vida. Hoy quiero cambiar mi vida. ¿Porque no lo haces conmigo?

Recuerda que el dolor en el pecho cuando te sientes insuficiente no te lo saca nadie y que eres tú quien debe buscar la manera de aliviar este dolor. No te dejes para después. Hoy es el día de empezar el cambio. 


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