En vida, el músico sueco había expresado que sus shows nunca terminaban y que su vida sólo era estrés. Tim Berling compuso éxitos como Levels y Wake Me Up
Había dejado el hotel porque me iba después de dar una conferencia por la tarde, así que hice tiempo paseando por los campos después de comer. Era un pueblo medieval (bueno, renacentista y reconstruido en estilo indefinido, algo así como castellano), era sábado y estaba a tope de madrileños atraídos por el olor a lechazo, que se embaulaban por kilos en los mesones abarrotados. Empezó a lloviznar y se me frustró el paseo. No me apetecía apretarme en un mesón, así que me metí en el coche, abrí un libro y sesteé un rato.
El coche estaba en una explanada usada como aparcamiento, en un sitio de paso muy concurrido. Al principio pensé que la gente me miraba a mí, reprochándome la impudicia siestera, pero pronto me desengañé: miraban el coche de al lado. Se paraban un instante y lo ponderaban con admiración. Qué cochazo, macho. Joder, es un Mustang, decían entre silbidos y versiones Forocoches del síndrome de Stendhal. Eché cuentas y calculé que ocho de cada diez paseantes le hacían alguna cucamona al auto. Algunos se retrataban apoyados en el capó (que se vea bien la marca, ¿eh?) y un padre muy paternal le explicó al hijo, en tono epifánico, como se dicen las cosas importantes que serán recordadas toda la vida: este bólido vale más que nuestra casa, chaval, menudo pepino.
Me saqué el carné a los treinta y, cuando alguien me pregunta qué coche tengo, respondo que uno blanco. El culto al motor me es tan ajeno como la poesía en lengua !kung, por lo que me sentí un poco antropólogo desde mi puesto de observación camuflado.
Casi me había creído lo de la transición ecológica y que los jóvenes van en patinete y que el coche es un fósil del violento y despreocupado siglo XX. Hasta que me fijé en el brillo de los ojos de quienes adoraban al Mustang. Me dieron ganas de escribirle una carta en papel reciclado a Greta Thunberg. Querida Greta: desiste, bájate del catamarán, no hay nada que hacer. Había en esas miradas la misma hambre de aquellos españoles que hacían horas extras para pagar las letras del seiscientos, la misma fe desarrollista. La insignia del capó no era un caballo, sino un becerro de oro, y contra los ídolos solo valen los profetas barbudos que dominan el trueno y abren los mares. Demasiado trabajo para una sola niña.
TAMBIÉN PODRÍA INTERESARTE:
«Una señal infalible de tener una mente desordenada es no poder parar de pensar»
La psicoterapeuta María Ibáñez y el psicólogo Jesús Jiménez explican en su libro 'Ordena tu mente para ordenar tu vida' cómo funciona el pensamiento y cuáles son los hábitos perjudiciales que evitan el buen discurrir de la mente
El vecino ejemplar y padre de familia que logró ocultar su pasado durante 50 años
En su lecho de muerte, el fugitivo Thomas Randele confesó a su esposa y su hija su verdadera identidad
La niña de 11 años que quedó huérfana en el mar y pasó 84 horas a la deriva: ¿quién mató a su familia y por qué?
Terry Jo Duperrault estaba durmiendo cuando en la cubierta del barco asesinaban a su familia. Minutos después, la embarcación se hundió frente a las costas de Florida, Estados Unidos. Ella logró escapar en un bote salvavidas, en el que naufragó durante cuatro días. Un rescate, un criminal, su móvil, un suicidio y las revelaciones de la víctima sesenta años después de la masacre.
El científico que estudia a las personas que poco antes de morir “ven” a seres queridos que ya fallecieron
Según Kerr, para los pacientes las visiones parecen reales, son intensas, tienen significados profundos y reducen el miedo a morir.
Una investigación de Estados Unidos expuso que China subvenciona la producción de fentanilo en el exterior
La Cámara de Representantes pidió medidas urgentes contra Beijing por incumplir su acuerdo con Washington y fomentar la crisis que esta droga desató en la nación
Una monja deja en la calle los restos óseos de una compañera fallecida hace un año
La religiosa, de 80 años, ha expresado a la Policía de Chile que se trataba de un «pacto» entre dos compañeras para acompañarse más allá de la muerte
De la obesidad mórbida a la esperanza: así es el cambio físico del niño más gordo del mundo
Arya Permana se hizo famoso por pesar casi 200 kilos con once años. Ahora, tras varias cirugías y contar con un entrenador personal, luce una persona distinta
Actualmente, la tecnología predice conflictos por los recursos naturales, tensiones entre países y ataques nucleares