Se cansó de los peluqueros e inventó un robot para que le corte el cabello: los resultados son asombrosos

El creador de contenido Shane Wighton compartió todo el proceso de desarrollo en su canal de YouTube

02/11/2024EditorEditor

Shane Wighton, ingeniero y popular creador de contenido en YouTube, ha dejado a todos boquiabiertos al inventar un robot que cumple con una función bastante particular: cortar el pelo. ¿La razón? Shane no estaba cómodo con la idea de que un estilista, que había trabajado con muchos otros clientes, tocara su cabello. Así nació su proyecto más reciente, que compartió en su canal "Stuff Made Here".

El diseño del robot y sus primeros pasos

El dispositivo, que parece salido de una película de ciencia ficción, es un brazo robótico equipado con tijeras y montado en una cabina donde el usuario solo asoma la cabeza para recibir el corte. Además, Wighton agregó una aspiradora al sistema, que recoge los mechones de cabello mientras el brazo hace su trabajo.

Para asegurarse de que el robot pudiera realizar cortes seguros, incorporó una cámara de profundidad Intel RealSense. Esta tecnología le permite al robot identificar la posición exacta de la cabeza en un espacio tridimensional, ajustando cada movimiento con precisión.

¿Peligroso? Los problemas iniciales y las soluciones ingeniosas

Desde el principio, Wighton sabía que estaba ante un desafío. En sus primeras pruebas con maniquíes, el robot perdió el control en varias ocasiones, llegando a insertar las tijeras en zonas delicadas como los ojos o la frente del maniquí. Pero Shane no se dio por vencido y continuó ajustando el software y los sensores.

Uno de los problemas más notables fue el soporte del robot, que bloqueaba la cámara de reconocimiento en ciertos ángulos. Para resolverlo, Shane instaló un interruptor en los “dedos” del robot, que detecta el contacto con la cabeza del usuario y permite al sistema ajustar la posición.

El toque final: una interfaz personalizada para cortes a medida

Para que el robot entendiera el tipo de corte, Shane utilizó un modelo 3D de una cabeza, donde pintó las zonas de corte deseadas. Las áreas más claras indicaban cabello más largo, y las oscuras, más corto. También configuró el ángulo de cada corte, logrando que el robot replicara contornos precisos alrededor de las orejas y el flequillo en línea recta.

La prueba final: cuando los minutos se convierten en una hora

Finalmente, llegó el momento de probar el robot en sí mismo. Shane notó que la máquina, diseñada para cortar en solo 15 minutos, tardó casi una hora en completar el corte debido a un error en el código que le hacía repetir ciertas áreas. Esta demora resaltó los desafíos de combinar precisión técnica con tareas prácticas, y Shane comentó que estos ajustes son parte del proceso para lograr un estilista robótico más eficiente en el futuro.

A pesar de estos obstáculos, la innovación de Wighton ha captado la atención de millones en redes sociales, dejando abierta la pregunta: ¿Será el futuro de la peluquería uno en el que los humanos ya no necesiten tijeras?

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