OPINIÓN. ¿Rechazar para reformar? Un acto bárbaro.

El problema de “rechazar para reformar” es que carece de sentido democrático, y seria en sí mismo un acto infértil y lleno de auto engaño. Por IGNACIO A. CORTÉS ROBERT.

Opinión 30/06/2022 Editor Editor

Desde una posición doctrinaria sabemos que la constitución el gran marco político, jurídico/normativo que rige a la sociedad. Por lo mismo hay tantas constituciones como países. Si bien hay una especie de “molde” constitucional, incluso este ha ido variando (hablamos de neoconstitucionalismo).

Es por esto, que no es anormal ver que con el paso del tiempo estas son reformadas o simplemente desechadas para dar inicio a una nueva, como tal ave fénix. ¿Por qué cambiar una constitución?

Como ya dijimos, las constituciones dan fe de la sociedad y es esta misma quien decide darle valor simbólico con principios y valores, pero también practico como piedra angular de un sistema que dota de poder a todas las ramas administrativas del Estado.

¿y qué pasa cuando aquello que me daba sentido, lo pierde? ¿o que pasa cuando aquella herramienta que creía ser tan útil, con el tiempo ya no lo es tanto?, lo propio del ser humano es: cambiarlo. ¿tiene algún sentido seguir intentando darle vida a aquello que ya la perdió? Claro que no.

Esto último es lo que le pasó a la constitución de 1980. Ya no nos sirve y no nos servirá porque ya perdió la legitimidad que tuvo en algún minuto, porque ya no es la herramienta que se necesita para los tiempos actuales.   

Porque nos dimos cuenta de que por más reformas tuviera, esta seguía siendo, en esencia, la misma de siempre.
Entendamos que el cambio no es malo, es natural, ya paso antes y seguirá pasando, aferrarse al pasado nunca trajo algo bueno consigo.

¿Esto quiere decir que lo que viene es perfecto? No. Pero es mejor que lo anterior.

Por esto el eslogan “rechazar para reformar” es inútil, porque no dotara de vida algo que ya
le perdió. Lo más sensato es seguir avanzando. Y recordar que por algo cambiamos.

Nadie pensaría en volver a la era del carbón ¿O sí?

Por IGNACIO A. CORTÉS ROBERT. Estudiante de derecho.

PODRÍA INTERESARTE

Lo más visto