Una "nueva izquierda" se consolida en América Latina. ¿En qué podría diferenciarse de la vieja?

¿Quiénes integran la nueva ola de izquierda en Latinoamérica?. Por Germán Padinger

Opinión 29/06/2022 Editor Editor

Cuando Hugo Chávez gobernaba en Venezuela, Luiz Inácio Lula da Silva dirigía al Brasil, y consolidaban su popularidad Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, Colombia seguía transitando un camino en paralelo a la oleada de gobiernos de izquierda que dominó las preferencias de los votantes de América Latina a principios del siglo XXI.

Pero ahora, Colombia ha dado un giro. Tras varios años de gobiernos de derecha o centroderecha en llas figuras de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos y más recientemente Iván Duque, ahora el candidato de Pacto Histórico, Gustavo Petro, acaba de ganar las elecciones con un programa progresista.

La nueva izquierda en América Latina: ¿en qué se parecen (y diferencian) los presidentes progresistas recientemente elegidos?


Colombia no está sola. En Chile, Gabriel Boric llegó a la presidencia en 2021, el mismo año que Xiomara Castro en Honduras y Pedro Castillo en Perú. Antes de ellos, ya gobernaban Alberto Fernández en Argentina (2019) y Andrés Manuel López Obrador en México (2018).

Como a principios de siglo XXI, los candidatos progresistas han ganado las últimas elecciones presidenciales, y a este 2022 aún le quedan por delante los trascendentales comicios en Brasil, donde Jair Bolsonaro, uno de los últimos presidentes y referentes de derecha en el continente, intentará ser reelecto compitiendo nada menos que con Lula, un símbolo de la izquierda que intenta volver al poder y que lidera en las encuestas.

Similitudes y divergencias en los contextos
Han pasado casi 20 años desde que Chavez —fallecido en 2013— promovió las ideas de un "Socialismo del siglo XXI" durante el Foro Social Mundial en Caracas en 2005, y los contextos han cambiado.

Era una América Latina distinta, que intentaba ajustarse a los grandes cambios en Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y su relativa ausencia en la región, con países que atravesaban o salían de grandes crisis económicas —como Argentina, Brasil y México— y que comenzaba a beneficiarse de los altos precios de las materias primas.

El mundo actual, en cambio, recién está saliendo de la pandemia de covid-19 y sus efectos en la salud y la economía, y América Latina aún no se recupera del derrumbe económico causado por el confinamiento, mientras que algunos países, como Argentina y especialmente la Venezuela de Chávez --hoy gobernada por Nicolás Maduro--, ya se encontraban en crisis antes de la pandemia.

Mientras tanto la guerra en Ucrania ha tensado aún más las cadenas de suministros, especialmente por el auge del petróleo, y empuja el precio de materias primas nuevamente, acompañado en esta ocasión de una alta inflación en casi todo el mundo.

¿Hacia un nuevo progresismo?
"Más que una nueva izquierda, hay un nuevo progresismo, que se diferencia del primer ciclo que tuvimos en los 2000 con Chávez, con Morales, con Correa", dijo Mauricio Jaramillo, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, en Colombia, a CNN.

"Eran progresismos más personalistas, querían hacer refundaciones, nuevas constituciones, nuevos marcos jurídicos, como pasó efectivamente en Venezuela, Bolivia y Ecuador, ahora tenemos un progresismo, más moderado y de múltiples sectores, ya no es la figura de un de una persona, ya no es Boric, no es Petro, no es Fernández, hoy hablamos de un progresismo mucho más moderado y centrado, más de centroizquierda que a la izquierda, más responsable frente al mercado, más moderado frente a la relación con Estados Unidos", agregó.

Para Jaramillo hay además un común denominador en la transición energética —parte de la plataforma de Petro— y una agenda ligada al cuidado del medio ambiente, considerando que en el pasado Bolivia, Ecuador y Venezuela se concentraron en un modelo extractivista.

Así, ve un margen de acción más limitado para esta nueva izquierda, que en ningún caso cuenta con el poder absoluto ni grandes mayorías en los congresos, y que deberá hacer concesiones.

"En el caso de Argentina lo vimos por el acuerdo con el FMI, en el caso de Chile por el modelo de mercado abierto que se tiene que mantener, y en Colombia hay indicadores macro y de riesgo país que se deben mantener. Por tanto habrá reformas profundas pero paulatinas y muy graduales, sin cambios abruptos y radicales. Más aún en un contexto de guerra en Ucrania que tiene impacto en la inflación, en los insumos y el comercio internacional", dijo.

Las consecuencias de la pandemia
Sandra Borda, analista política internacional y excandidata a senadora por el Nuevo Liberalismo en Colombia, cree que la tendencia regional responde en parte a la pandemia de covid-19 iniciada en 2020.

"Por la dinámica propia de la pandemia y el confinamiento, en todas partes del mundo está habiendo procesos de transición hacia gobiernos de tendencia distinta", dijo a Juan Pablo Varsky, de CNN en Español. "Simplemente porque la gente está cobrando el resultado de la gestión en materia de salud y en materia económica".

"En el caso de América Latina, hay un movimiento hacia la izquierda pero no es la misma izquierda de hace una década, no es otra vez la ola rosa de las épocas de Chávez, Lula, Unasur y la Celac. Yo creo que este movimiento es de una izquierda bien distinta, un poco más moderna y con la intención de actuar colectivamente pero bajo premisas distintas", dijo.

"Hay una tendencia, a los gobiernos más inclinados hacia la derecha les ha ido peor que a aquellos gobiernos que hoy están inclinándose hacia la izquierda", dijo Eduardo Gamarra, profesor de la Universidad Internacional de la Florida, a Rafael Romo de CNN en Español.

Gamarra dijo, sin embargo, que "es importante no poner a toda la izquierda latinoamericana en el mismo saco. La izquierda chilena tiene una trayectoria bastante diferente, ha sido gobierno. El partido comunista (de Chile) es un partido diferente a los partidos comunistas de la región".

"El verdadero examen que tendrá que aprobar ese gobierno será su postura sobre las violaciones a los derechos humanos en aquellos gobiernos de izquierda que aún dicen ser democracias".

"Más frenos que aceleradores"
Andrés Oppenheimer, de CNN, se refirió a una nueva "marea rosa", pero consideró, también, que tendrá "más frenos que aceleradores", y que en el caso de Argentina y México se aproximan elecciones que podrían llevar a un cambio de gobierno.

"A diferencia de lo que pasó entre el 2005 y el 2015, en que Hugo Chávez viajaba por América Latina prometiendo préstamos en medio de una bonanza de los precios de las materias primas, hoy en día la situación es muy diferente: Venezuela está quebrada, y México, Argentina, Chile, Perú y la propia Colombia también están pasando por un mal momento económico después de una pandemia devastadora".

Según datos del Banco Mundial, en 2020 las principales economías regionales tuvieron enormes caídas: 11,1% en Perú, 9,9% Argentina, 8,3% México, 6,8% Colombia, 5,8% Chile y 4,1% Brasil.

"Aunque los precios de las materias primas suban algo, por la invasión rusa de Ucrania, los países de la región no van a tener los fondos para aventuras extremistas, y van a tener que buscar inversiones como pocas veces antes", dijo. Con información de CNN

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