¿Cuándo comenzamos a oler a “viejo”?, la ciencia tiene la respuesta

El olor corporal natural que todos tenemos va cambiando a medida que envejecemos, así como sucede con muchos animales, para que puedan discriminar a sus pares según la edad, basándose en el olfato. Las personas, inconscientemente, hacen lo mismo, cuando determinan que alguien tiene “olor a viejo”.

Y es que la piel humana genera una molécula que produce un aroma peculiar al comenzar a oxidarse de manera natural. Son cambios hormonales naturales y normales de la madurez, que no tienen ninguna relación con la higiene, ni con el sudor ni con  ningún otro fluido del cuerpo.

Si bien no es un aroma agradable, es natural e inevitable: podemos intentar taparlo, pero la piel continúa produciéndolo. La molécula responsable de este olor se denomina 2-neonenal.

Un grupo de científicos norteamericanos y suecos publicó un estudio sobre el tema, adonde determinan que ya a partir de los 30 años, el cuerpo comienza a despedir es olor a viejo. Este efecto químico comienza cuando empieza a aumentarse la producción de lípidos de la piel, mientras que disminuye la capacidad antioxidante natural.

“El 2-nonenal huele realmente mal. Tanto que cuando abrimos una cápsula con esa molécula en el laboratorio, todo apesta”, aseguraron los especialistas. Además, es un aroma difícil de eliminar debido a que los lípidos no se disuelven en agua.

El olor a viejo además, es más percibido por los jóvenes que por los adultos, ya que la capacidad olfativa va disminuyendo con la edad. Esto también hace que la población mayor no tome medidas para evitar este olor corporal.

En Japón, donde se venera a los ancianos por su experiencia y sabiduría, el olor de los viejos se denomina “kareishu”, que significa “el olor de los abuelos”. En esa cultura, este aroma no es tomado como algo desagradable sino sencillamente característico de la edad.

Fuente: Muy Interesante