OPINIÓN | La debilidad de López Obrador que lo deja mal ante el mundo

Por Julio Túpac Cabello para yahoo news

Mundo 23/11/2021 Editor Editor

Una cosa es que ciertas áreas de las sociedades latinoamericanas no puedan desprenderse de la religión ideológica que abandera la revolución castrista, y otra muy distinta que un presidente elegido democráticamente, en un país de instituciones y libertades, además de tener al representante de una dictadura de huésped de honor en las fiestas nacionales de su país, encima diga sin ningún prurito frente a la prensa que a él la revolución comunista que secuestra la isla de Cuba le produce "admiración", por la valentía que han tenido por ser "libres e independientes".

Que las religiones enceguecen a tal punto que hacen proliferar la crueldad, no es cosa de la Edad Media.

¿Se habrá preguntado López Obrador qué pensará el pueblo cubano de un presidente que elegido con el voto popular, desde otra nación, diga que ellos son libres e independientes? ¿Un país que no puede elegir, que vive bajo estado policial, a razón de un sistema que una y mil veces ha demostrado en el mundo ser empobrecedor y bárbaro, que en nombre de la mayorías privilegia a unos pocos que deciden el destino de sus secuestrados desde una nomenclatura?

En la Cuba a la que López Obtrador manifiesta su admiración tan orondo hay un solo partido político permitido, hay espías gubernamentales en cada manzana, la educación es adoctrinante, los viajes sólo los autoriza el gobierno, y expresarse libremente está considerado una patología que se arregla en un "departamento de problemas ideológicos", a menos de que lo que se exprese repita lo que el gobierno quiere que los ciudadanos repitan como autómatas.

Las infaustas declaraciones las dio el mandatario mexicano a propósito de la iniciativa que tuvo el Secretario General de la Organización de Estados Americanos para discutir los acontecimientos ocurridos en la isla (un creciente movimiento de protesta civil versus un aparato represivo estatal y un régimen absolutamente indispuesto a permitir cambios hacia la libertad), incluyendo los numerosos casos de violaciones de derechos humanos, ya permanentemente cometidos, ahora agravados con la detención masiva de manifestantes.

Muerto viviente
Más allá de la inaudita declaración del mandatario mexicano, cabe reflexionar sobre la increíble supervivencia del mito cubano. Un régimen que quedó al desnudo y del que se supo no era más que marketing, y que ha terminado por ser una fábrica permanente de hambre y ciudadanos que se tiran al mar para tratar de alcanzar una vida libre.

Estuvo amparado 30 años bajo la feroz y genocida dictadura estalinista y todavía figuras públicas como López Obrador confiesan "admiración" por su "independencia". Es el eje de las dictaduras de Ortega y Maduro, ha lanzado al mar a miles y miles de cubanos, ha fusilado, conculcado todo tipo de libertades, y aún líderes tan respetados como el Papa o Bachelet le rinden pleitesía y medios tan serios como la BBC tratan a Raúl Castro de "Raúl", como si de un amigo se tratara.

La romantización de una de las dictaduras más feroces que haya vivido jamás la historia latinoamericana parece estar inculcada en una cultura izquierdista de buena parte de nuestras sociedades, a la que se le dificulta mirar con racionalidad y objetividad el nivel de atraso que para todo un pueblo y la región ha significado el mito cubano.

Las cifras, los testimonios, la patente falta de libertades y el discurso oxidado persisten y se suman sin parar, pero el mito, como un terco zombie, sobrevive.

Uno de los problemas que ha mencionado Yunior García, líder del movimiento civil cubano Archipiélago, al llegar a España, después de haber sido incesantemente asediado en La Habana, donde las fuerzas represivas del estado acordonaron su casa por días y le impidieron salir a manifestar como estaba planeado, es "la romantización de Cuba". "Es hora ya de llamar las cosas por su nombre", dijo al referirse al cuidado que muchos dirigentes y medios parecen tener al referirse a la dictadura castrista.

Cifras que hablan solas
La sangría de cubanos que huye del régimen castrista empezó en la década de los sesentas y continúa hasta nuestros días. Alrededor de un 20 por ciento de los cubanos viven afuera de la isla luego de escapar. La más reciente y formidable fuga se produjo precisamente en México, en el mes de octubre, donde 12 jugadores de la selección nacional de béisbol aprovechó un torneo internacional para quedarse en un mundo libre.

Según varias organizaciones civiles, en sesenta años de castrismo los presos políticos se cuentan por miles. Aunque no se pueden contabilizar con exactitud porque es demasiado el subregistro de otras épocas. Muchos menos son contables los fusilamientos, torturas y desapariciones de las primeras etapas de dictadura.

La falta de libertades económicas también hacen su trabajo, cerca del 40 por ciento de los cubanos no tienen empleo (las fuentes oficiales sub-registran la cifra con una categoría que denominan "población inactiva") y según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos más de la mitad de los hogares de la isla viven bajo el umbral de la pobreza.

Llega a 683 la cantidad actual de presos políticos en la isla, de ellos 370 desde las históricas protestas del 11 de julio.

Pero más allá de las devastadoras cifras que acumula la historia del castrismo, los cubanos dentro y fuera de Cuba ven un nuevo lamentable pico de represión.

“La espiral de crecimiento de la lista de presos políticos de Cuba parece imparable. No solo es superior a los presos políticos de Venezuela y Nicaragua juntos, parece que podrá llegar a ser el doble o más que la suma de ambos”, afirmó Javier Larrondo, presidente de CPD (Cuban Prisoners Defenders, por sus cifras en inglés).

Horas antes de que estuviera pautada la manifestación del 15 de noviembre, la Sociedad Interamericana de Prensa informó que el régimen castrista retiró las credenciales de prensa al equipo de la agencia española EFE en La Habana.

“El régimen de Díaz-Canel pretende tapar el sol con un harnero, sin comprender la magnitud del cambio social que se vive en Cuba”, dijo Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la entidad continental.

Pero no se trata solo de la intención expedita de la nomenclatura cubana por disfrazar la realidad de la isla como lo ha hecho por más de sesenta años. Hay toda una comunidad latinoamericana, europea e incluso estadounidense, incrustada en élites políticas y sociales, que ven con simpatía ciertos regímenes remotos que abanderan un par de slogans emotivos y románticos.

La fatalidad, es que esa romantización termina por ser cómplice de los desmanes que sufren millones de inocentes en Cuba, Nicaragua y Venezuela, por mencionar solo sus consecuencias actuales. Cada defensa romántica cuesta vidas que se truncan.

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