FE & CAOS, Cristianismo en tiempos de Relativismo

Por JOAN CONTRERAS (Psicólogo) 3015539033

Las historia de la humanidad registra múltiples iniciativas crueles en las que el ser humano ha demostrado ser su propio peor enemigo. Hemos creado artefactos capaces de desaparecer ciudades enteras en sólo segundos. Hemos iniciado guerras tan atroces y tan voraces por solo demostrar nuestra sed de Poder. Hemos construido sistemas políticos lo suficientemente corruptos y perversos donde el malo es quién ganará siempre y el bueno será el rezagado constantemente.

Participamos en la época del sobreendeudamiento económico donde los años de vida se nos van pagando cosas que igual y perecen. La época donde las pandemias pasaron de la pantalla a la vida real. Sin embargo, con todo esto y más, el curso de la historia que la humanidad está cursando es uno que apenas y denota lo oscuro que realmente es. Nunca antes hemos visto algo así. nunca antes habíamos sido testigos de cómo autodestruirnos sería una forma sutil de deshumanizarnos por completo.

Parece ser que la prevalencia inconsciente de los estándares morales sobre lo que es la verdad, la libertad y la realidad no solo son objeto de ataques por parte de esta generación, si no que nos hemos “auto-otorgado” la capacidad de proveer y determinar LA VERDAD, formar y vivir nuestra propia LIBERTAD y moldear e imponer nuestra REALIDAD. A pesar de la evidencia abundante evidencia que hay en los múltiples daños que puede ser la insistente Distorsión de la realidad, la deconstrucción de la Verdad y la imposición de nuevas formas de libertad, seguimos empecinados en abolir la dignidad humana, su esencia, su origen, sus más bellas características inherentes a nuestra existencia y nuestro propio conjunto de características ontológicas.

Vivimos la época en que lo ilógico se le ha llamado lógico; a lo falso se le ha vestido de verdadero, a lo individual se le ha dado de determinante comunal, a la deconstrucción se le ha llamado libertad, al espíritu se le ha nulado y a la percepción se le ha dotado de cualidades dotando de realidad. Hoy el ser humano ha dejado de ser un sujeto de derechos y a pasado a ser un “objeto” de derechos. hemos dosificado la belleza, exaltado el igualitarismo, condenado la moralidad y luchado por sustentar la ética sobre bases lejos de una base legisladora cósmica. Es la época en la que todo lo que en el pasado hemos aprendido, corroborado y ampliamente verificado hay que desecharlo porque vamos en camino a un “nuevo mañana”. La sexualidad es sólo un constructo, la autopercepción es la realidad objetiva, la superficialidad es la forma adecuada de interactuar y el espíritu es pisoteado, olvidado, la conciencia cauterizada, la lógica despreciada, el pensamiento acomodado al individualismo subjetivo sin la opción de puntos de vista distintos. La ideologización de las masas, la imposición de nuevos reprochables contenidos educativos, sistemas políticos arrodillados a la no verificabilidad de los discursos, el adoctrinamiento estatal en ideologías huecas y sin soporte, religiones que sirven como placebos a la conciencia y en muchas otras circunstancias, la luz sin ser luz, la sal sin ser sal, los hijos sin querer ser hijos solo
dejan que la oscuridad avance y las tinieblas vistiéndose de luz hacen fielmente el trabajo sucio de llevar a la humanidad a una vida sin sentido.

La radiografia de esta epoca no se puede describir sin la literalidad que esto implica. Mientras la humanidad corre tras intereses individuales, algunos grupos selectos solo buscan su beneficio personal. La corrección política, la censura, la criminalización de los puntos de vista diferentes a los que hoy por hoy predomina
es el pan de cada día. La extrema derecha buscando aplacar y contrarrestar equivocadamente a la extrema izquierda, la izquierda trata de reciclar modelos sociales y económicos que antes ya han fracasado. La libertad académica está por perderse criminalizando las tesis que vayan contra los movimientos y las tendencias de moda. La “Nueva Normalidad” luego de la crisis mundial por el Covid 19 solo es el pretexto ideal para adelantar agendas impositivas, induciendo a la mayor parte de la población en un eufemismo ideológico, moral y ético que, en una suerte de “placebo” hace creer al sujeto su propia realidad, debe ser la REALIDAD para todos; que su propia verdad sera la VERDAD para todos y que su libertad debe estar por encima de la LIBERTAD de otros. Este “desinformado util” (por no decir idiota util) solo es un peón, deshumanizado, descentralizado, desvirtuado y desprovisto de toda objetividad para leer la realidad y saber que toda esta mezcla nos lleva a un profundo caos moral en el que, sin lugar a dudas, la pérdida de la dignidad y la libertad humana está ya a la vuelta de la esquina. Este “desinformado útil” simplemente cree estar a la moda, ser contemporáneo, ser actual, ser inclusivo, ser extremadamente “open mind”, ser deconstructor, ser razonante, defiende la libertad de opinión censurando o etiquetando la libertad de opinión de los demás (una de sus tantas contradicciones), piensa que es “libre” cuando realmente se está liberando de sí mismo, de su humanidad y de toda objetividad, lógica y raciocinio. 

El “desinformado útil” al ser liberado, no tiene la capacidad de pensarse a sí mismo ni de pensar al mundo, pues al liberarse (término mucho más acertado para describir) peligrosamente se ha vaciado, se ha “abandonado” y al ser un “hombre liberado” no puede pensar al mundo, por que el mundo lo piensa a él, lo llena a él, lo dogmatiza, lo moldea, lo acondiciona, lo determina. La crisis identitaria lo condena a ser un hombre “liberado” que pasará toda su vida buscando su identidad en diversos géneros, diversos pensamientos, diversos prototipos, moldes y lenguajes, trata de ser extremadamente “inclusivo”, cuando sutilmente está buscando inconscientemente ser incluido porque ha perdido su propio origen. La MacroIngeniería cultura se va encargando de este hombre llamado aquí el “desinformado útil” donde tristemente la misma mecánica de la industria se aplica al individuo , dando a luz una nueva área de producción: una suerte de industria de la identidad.

En esta MacroIngenieria, la identidad se manufactura, se diagrama, se compra y se vende, se cambia y se actualiza bajo un peligrosísimo arquetipo que predomina como un imperativo categórico de nuestro tiempo: “ser uno mismo”. Ser “uno mismo” puede ser muchas cosas o no puede ser nada.

Los derechos individuales y los intereses individuales, hacen que la libertad y la identidad se conviertan en una nueva suerte de capital disponible. Capital para unos pocos, cuando la mayoría cree que es realmente libre. He aquí el eufemismo, disfrazado de libertad escondiendo la mayor crisis de identidad humana de nuestra
historia.

¿Cómo alterar el género humano si no es cuestionando fuertemente su identidad?
¿Cómo deconstruir al ser humano siendo sutiles?
¿Cómo logramos ser “desinformados útiles” si no es a partir de la masificación
descarada de la validez absoluta de la autopercepción sobre la colosal prevalencia
de la verdad, la realidad y la libertad?
¿Cómo lograr mover a la sociedad a una nueva forma de pensarnos si aún
predomina la titánica muestra observable de una moral objetiva?
¿Cómo manipular el uso aparentemente sano de ser “tú mismo” cuando tú mismo
puedes ser tu peor enemigo?

Relativismo. Relativismo puro y constante. Relativismo que distorsione la realidad, que transforme la verdad y re-signifique la libertad. Puro y aparentemente inofensivo relativismo.

Si la verdad es relativa: ¿por qué no vivir cada quien su propia verdad?
Si la realidad es puramente subjetiva y depende de mi autopercepción y mis propios
constructos: ¿por qué no normalizar su tendencia a la distorsión?
Si la Libertad hoy no existe: ¿Por qué no aprovecharla y darle un nuevo significado?

Cuando el relativismo reina sutilmente, lo absurdo es aceptado como objetividad, lo desmedido es aplicado como ley y lo impositivo es el ejercicio de adoctrinamiento para ganar adeptos, masificar la ideología y volverla totalitaria, bastante similar al movimiento sectario, solo que el relativismo, mezclado con un falso humanismo,
una Maquinaria política específica y una MacroIngenieria Cultural que se encamine  a estos fines, sobrepasa, y por mucho, a los movimientos sectarios por sus características diferencias. Cuando el relativismo permea el pensamiento no hay ley objetiva, ni si quiera una, que pueda determinar que tan inadecuado es o no es un
principio, un hecho o una decisión. Si cada quien vive en su propia “verdad” cada quien es su propio juez absoluto, su propio abogado, su propio homo deus. Sin una ley moral objetiva, con la cual todos seamos medidos y delimitados en nuestro actuar, el caos predomina sobre la dignidad y la identidad humana.

La consigna sobre el ataque al género humano se da por hecho cuando este consiste en crear confusión sobre quién realmente es un individuo, luego brindando un abanico super amplio de opciones para “ser uno mismo” y no solo estéticamente, el ataque sistémico incluye el cambio de esencia y por lo tanto la abolición del
hombre (en terminos de genero humano); el abanico de opciones provee una vital condición para usarse, deconstruir, “re-pensarse”, borrar la historia del individuo hasta donde más se pueda, hasta el ADN y sus cimientos de ser posible, para que así pueda volver a nacer el nuevo “yo” (sí ontológicamente a algo como esto se le pudiese llamar YO) y finalmente, con esto, vendría el último gran paso agónico a un contexto sin sentido con la Distorsión de la Realidad, Re-significar la Libertar y Destituir la Verdad para así abolir al hombre y la La ley moral inherente a su ser.

Ahora bien, este relativismo tan sutil que es peligroso en las cosas esenciales, en cuanto al “ser” y sus características, siempre ha estado aquí. Relativizar ciertos hechos concretos de la realidad siempre ha sido un recurso para establecer nuevas bases de comportamiento, pensamiento, masificación de dogmas y/o transformación malsana de comunidades enteras. El relativismo es sí mismo puede ser parte normal de la vida en cuanto a lo subjetivo, es decir, los gustos, las opiniones sobre algo o alguien pueden ser relativas, claro, cambiante según quien observa, piensa, interpreta y decide. El arte es ejemplo de este posible relativismo
natural y sano en cuanto a la diversidad de la opinión y el gusto, dado que, la opinión y el gusto son componentes periféricos y válidos sobre la interpretación y la experiencia del mundo. Para mi seria una suerte de relativismo de primer orden, orgánico, natural, que solo rige en el sujeto en cuanto a él mismo. Sin embargo, el Relativismo, por definición, carece de esta especificación por gustos y puntos de vista, diversidad de opiniones y aportes, que para el Relativismo la opinión personal es una verdad potencialmente absoluta, la realidad subjetiva una potencial realidad absoluta y la libertad una potencial libertad absoluta.

El Relativismo aquí expuesto (un posible relativismo de segundo orden ideologizado) y por el cual escribo estas líneas en profunda preocupación, sostiene que los puntos de vista no tienen, ni pueden llegar a tener, verdad ni validez universal, relativismo gnoseológico considera que no hay verdad objetiva, el relativismo moral, que sostiene que no hay bien o mal absolutos, sino dependientes de las circunstancias concretas. Similares postulados se defienden tanto en el relativismo lingüístico como en el relativismo cultural, estas ultimas tendrian
variantes a considerar en cuando al desarrollo del sujeto, sin embargo independientemente de la cultura y la lengua, la esencia concreta de una situación como el asesinato, el robo, o la mentira sigue siendo negativa.

Una característica de vital importancia para diferenciar la clase de Relativismo de mi crítica es que las discusiones sobre el relativismo de segundo orden se centran en cuestiones concretas como la vida, la realidad, la moral, la libertad y los gustos o las opiniones personales no son cuestiones concretas. Así que, estableciendo
esta posible diferenciación entre un relativismo de primer orden con el Relativismo de interés en este texto ( una suerte de relativismo de segundo orden como antes lo he dicho) podemos justificar de manera mucho más acertada lo que Relativismo, en esta época, significaria.

Este relativismo ha tratado, y seguro que lo ha ido logrando, de impregnar todas las áreas que convergen, influyen, proyectan, comunican y determinan lo concreto; en otras palabras, esta corriente ha llegado a permear la forma en que observamos, percibimos, analizamos y pensamos a la realidad, la moral, la dignidad, la verdad y
la libertad, cuestiones concretas e inherentes a la vida.

Estos conceptos concretos se pueden caracterizar porque gozan en esencia de objetividad, universalidad,
transversalidad, inmaterialidad y son trascendentes en la experiencia humana.
Estas cuestiones han sido peligrosamente tocadas por el Relativismo. Conforme avanza la historia humana parece no existir forma de contrarrestarlo cuando la cultura, la ciencia, la historia y el pensamiento ya han sido impregnados de esta suerte de cosmovisión nefasta. Los muros morales de la sociedad hoy están
cayendo, las banderas de la dignidad humana están retrocediendo y tal parece ser que nada puede detenerlo. El relativismo, en su avanzar, se ha provisto de ideologías huecas e inexactas en su camino, procreando un nuevo “ser” casi autónomo que ahora encuentra cabida en la política, la ética, la ciencia y la moral.

La humanidad cree ser libre, pero caminamos como “desinformados útiles” inmersos en distractores bastante estimulantes como la tecnología, la moda, el arte, la superficialidad, la individualidad, la sensualidad y la transhumanización del ser; todo esto nos redirige sutil pero aceleradamente a puro corazón de la existencia sin
esencia y sin sentido.

pero… solo una postura y una cosmovisión falta por ser absolutamente invadida, permeada y contaminada. Algunos vástagos disidentes, sectarios de esta cosmovisión han sido influenciados y comprados con riquezas de este mundo. Algunos han traicionado la raíz filosófica, ontológica, antropológica y argumental de
esta épica cosmovisión y hoy son sólo “desinformados útiles y cómplices” del avanzar del relativismo ideologizado.

El Relativismo Ideologizado hasta el día de hoy no ha podido abatir a la única cosmovisión que fundamenta su argumentación en lo que no perece, en lo eterno, en lo benévolo, en lo objetivo, en lo honrado, en lo perfecto. El relativismo ha encontrado en el Cristianismo el contrincante más férreo y colosal, no solo en esta época sino desde siempre. El Cristianismo es la única cosmovisión que impide que el mundo se vuelva completamente a la locura hasta el día de hoy. Porque el Cristianismo no ha desaparecido, es por la misma razón que la defensa de la objetividad moral tampoco lo ha hecho, por lo tanto, el relativismo ideologizado está  buscando a toca costa exterminar no sólo el cristianismo ni su pensamiento, también su historia, su argumentación y sus exponentes.
Si el objetivo del Relativismo ideologizado es distorsionar la realidad, destituir la verdad y refundar la libertad, el Cristianismo ahora es el objetivo militar a exterminar y ¿cómo lo hará? vistiendo su oscuridad en luz, las tinieblas en claridad y la maldad en bondad.

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El presente artículo de opinión no representa, necesariamente, las opiniones del editor.